No se trata de trabajar más, sino mejor. Así lo entienden los principales líderes y empresarios exitosos del mundo. Y Toyota no es la excepción. Tal es así que el gigante japonés evalúa implementar una metodología que podría generar un cambio de paradigma en la industria automotriz y la salud laboral. La prestigiosa terminal pretende bajar las cargas horarias para mejorar el ambiente de trabajo y crear a la vez un lugar donde sus operarios puedan sentir una sensación de crecimiento real. En el borrador de las posibilidades figura bajar a cuatro días la jornada en vez de cinco.
Toyota (como otras marcas) se encuentra en el centro de un innovador debate sobre el equilibrio entre trabajo y vida personal. Sus máximas autoridades comprenden que los humanos son cada vez más sobreexigidos, sea con objetivos a cumplir o con cargas horarias que no terminan siendo productivas.
En el cambiante panorama de la industria automotriz, la emblemática marca japonesa está considerando implementar una jornada laboral de cuatro días con la finalidad de fomentar un ambiente de trabajo más saludable y sostenible.
Claro que este movimiento no surge por obra y arte de magia, sino porque comprendieron tras una serie de consultorías que la sobrecarga de las funciones hacia sus empleados le generó problemas no solo internos, sino también a la reputación de la firma.
Nada es casual
Los recientes escándalos en la industria, que involucran a los gigantes de Mazda, Honda, Suzuki, Yamaha y a la propia Toyota, pusieron en jaque la credibilidad de las compañías automotrices en Japón. A tal punto que el Ministerio de Transporte nipón investiga a estas empresas tras revelaciones de que en sus procesos de homologación de vehículos se presentaron datos erróneos o manipulados, incluidos resultados de pruebas de seguridad.
Claro que estos inconvenientes son el fiel reflejo de una cultura laboral tóxica, en la que la sobrecarga condujo a que trabajadores, departamentos y hasta proveedores se vean abrumados. Es más, en muchos hasta hubo suicidios.
El resultado viene siendo un círculo vicioso: la presión no solo afecta la calidad del producto, sino que también repercute en la salud mental y física de los empleados. Se demostró que el exceso de trabajo puede llevar a un deterioro significativo en la calidad de vida, contribuyendo a fenómenos como el “karoshi”, un término japonés que describe la muerte por exceso de trabajo, tanto por suicidio como por problemas físicos como infartos.
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La jornada de cuatro días no es el único enfoque que está considerando Toyota.
Propuesta y eje en salud laboral
Está claro y fuera de discusión que Toyota busca reinventar su filosofía laboral. Según un portavoz de la compañía, el objetivo de implementar una jornada de cuatro días es “desarrollar sistemas y mecanismos para mejorar el ambiente de trabajo, con el objetivo de crear un lugar donde todos puedan sentir una sensación de crecimiento”.
Esta estrategia puede no solo aliviar la carga de trabajo, sino que también tiene como fin transformar al líder global en una empresa de movilidad en los próximos diez años. Sin embargo, la jornada de cuatro días no es el único enfoque que se está considerando.
La sólida marca también está explorando fórmulas alternativas, incluyendo un sistema de horario flexible, que se adapte mejor a las necesidades de sus empleados y a la realidad productiva de la empresa. Sus gerentes no miran las horas como real objetivo sino cómo producir mejor y sin dañar la mente y cuerpo de sus empleados, que son la real herramienta y capital más valioso que tiene la empresa. En Toyota saben que estas medidas no solo incentivarían un mejor desempeño y una mayor satisfacción laboral, sino que también actuarían como un antídoto contra el estrés y la ansiedad que actualmente dominan en su entorno laboral.
Porque la salud mental es una de las áreas más afectadas por las largas jornadas laborales y la presión constante que enfrentan los empleados en el sector. Las estadísticas marcan además que la tasa de suicidios en Japón es alarmante, y temas como el “karoshi” ilustran la severidad del problema.
En un mundo donde las metas de productividad y los resultados competitivos son la norma,la tendencia a trabajar largas horas se volvió un estándar cultural, reflejándose en la falta de productividad real y un aumento en la improductividad.
Pero hay que destacar que esta cultura no es exclusiva de Japón. Es que se propagó en casi todos los rincones del planeta. No obstante, iniciativas como las que está considerando Toyota podrían abrir un camino innovador hacia el cambio radical. Es que consideran que la adopción de jornadas laborales más cortas o flexibles podría ser una forma efectiva de preservar la salud mental y mejorar el bienestar general de los empleados, que en definitiva es lo que le permite a los empresarios sacar rédito de sus productos.