Pedir que parejas hetero y homosexuales puedan gozar en Santa Fe de la unión estable de pareja (más
conocida como unión civil) será una de la primeras batallas que se propone llevar adelante este año
la asociación Vox, que trabaja en favor de los derechos civiles de lesbianas, gays, bisexuales y
transexuales. Para ello, ya se concertaron entrevistas con diputados provinciales de todos los
bloques para las primeras semanas de febrero. La idea de los integrantes de Vox es reflotar un
proyecto que ya se presentó dos veces y perdió estado parlamentario. Pero en este tercer intento
pedirán que las uniones se tramiten en el Registro Civil, como en Capital, y que tras dar el
“sí” la pareja pueda llevarse la libreta a su casa.
El proyecto local fue considerado como una onda expansiva en 2002,
momento en que se aprobó la ley de unión civil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aquí se lo
definió como “unión estable de pareja”, un término usado por el Estado español para
marcar a las claras la diferencia con la unión civil del matrimonio enmarcado en el Código Civil y
que sólo se regula con una ley nacional. Se entiende por unión estable de pareja a la conformada
por dos personas que convivan en forma estable, notoria, singular y pública por un período
ininterrumpido de 12 meses, con independencia de su sexo y orientación sexual. Los integrantes
deben tener domicilio legal en la provincia de Santa Fe, registrado con no menos de 2 años de
anterioridad a la fecha en que se solicita el reconocimiento.
La idea de los autores del proyecto, hasta ahora, era que los
integrantes de la pareja, munidos de un mínimo de dos testigos y un máximo de cinco, tramitaran una
información sumaria en Tribunales. Pero en este tercer intento ante la Legislatura pedirán que la
unión se pueda realizar también en un Registro Civil y prevea el otorgamiento de una libreta de
unión estable.
“Este tipo de unión instaura el reconocimiento de derechos en la
provincia para todo lo inherente al trabajo, la salud y la educación, aspectos ya tenidos en cuenta
en la Constitución provincial. No significa lo mismo que el matrimonio, ya que no prevé la
adopción, ni la herencia previstos en el Código Civil; pero implica el derecho a la pensión, a las
licencias laborales y a tener una obra social”, aclara Mónica Barroso, coautora del proyecto
junto a Susana Igarzábal.
La abogada cree “muy viable” esta vez la aprobación de la
iniciativa, porque según dice ya existen antecedentes que marcan una apertura sobre el tema:
“En noviembre pasado —dijo— se promulgó la ley 8288 de Iapos que establece el
derecho a filiación del conviviente del empelado públcio de la provincia, cualquiera sea su opción
sexual. Eso sí, aquí se piden 3 años de convivencia de la pareja asi que habrá que debatir
criterios. Y también existe desde el 99 la ordenanza municipal que reconoce y garantiza la no
discriminación por orientación sexual en Rosario”.
Menos restrictivo. El proyecto santafesino tiene menores restricciones que la ley porteña:
exige un año de convivencia en lugar de dos; y alcanza también a quienes trabajan en empresas
privadas. Además otorga mayores beneficios, entre otros, el acceso a leyes previsionales,
licencias, acceso a la vivienda, asistencia a la salud, asignaciones especiales, visitas íntimas a
personas detenidas dentro del sistema carcelario y planes sociales.
Los primeros en gozar de la unión civil en Argentina fueron los máximos
referentes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). César Cigliutti y Marcelo Sutheim dijeron
“sí quiero” en 2003 y dieron un paso más, anteayer, cuando contrajeron matrimonio en
España. Un deseo de quienes defienden los derechos de la minorías sexuales también en Rosario.
“La unión estable sería el primer paso, pero la pelea final es el
matrimonio para todos los que lo deseen”, indicó el presidente de Vox, Guillermo Lovagnini.
El responsable del Area de Diversidad Sexual del Municipio, Esteban
Paulón, militante en favor de la unión estable de larga data, recordó que el proyecto de Vox había
sido presentado en 2002 en la Legislatura y había contado con el apoyo de todos los bloques menos
el oficialista.
“En ese momento el diputado Marcelo Gastaldi nos dijo que el tema
no estaba en la agenda del Justicialismo; lo volvimos a presentar en 2005 y también perdió estado
parlamentario. Esperamos que esta vez sea debatido. Además, no olvidemos que el diputado nacional
socialista, Eduardo Di Pollina, presentó el proyecto de matrimonio a nivel nacional. Esa es la
batalla final, implica la reforma del Código Civil, y el proyecto ya tiene más de 20 firmas a
favor, de distintos bloques de todas las tendencias: peronismo, ARI y Pro”.