Unas 400 madres junto a sus hijos están participando de una experiencia que puso en marcha el municipio con el objetivo de fortalecer los vínculos familiares y potenciar las capacidades y habilidades de niños. Actualmente, el programa se está desarrollando en 25 barrios, está direccionado a menores de tres años y participan profesionales de diversas áreas.
Se denomina Proyecto de Desarrollo Infantil y permite potenciar las capacidades y habilidades de niños y niñas, fortaleciendo el vínculo con sus padres o adultos cuidadores. La puesta en marcha del proyecto estuvo a cargo del Gabinete Social de la Municipalidad de Rosario, a través del trabajo articulado de las secretarías de Desarrollo Social, Cultura y Educación y Salud.
Según se consignó, los espacios de Desarrollo Infantil funcionan en diferentes instituciones como Centros de Convivencia Barrial y Centros de Salud, permitiendo la participación de unas 400 duplas (madre/padre-hijo/hija). Los encuentros tienen una frecuencia semanal y posibilitan el aprendizaje de hábitos cotidianos, así como la experimentación, el juego y el despliegue de la afectividad y el cariño.
"Hace unos años lanzamos el programa infantil educativo y vimos que era necesario también trabajar en el vínculo familiar de las niños y niñas. Es fundamental promover el afecto y es por eso que emprendimos este desafío. Hoy estamos en 25 barrios de la ciudad pero aspiramos a llegar a 40", detalló la intendenta Mónica Fein.
Trabajo en equipo
Cada espacio es sostenido por un equipo interdisciplinario, conformado por médicos, fonoaudiólogos o educadores, entre otros, que confluyen desde diferentes áreas del municipio.
Según explicaron las fuentes consultadas, se trabaja en el marco de una política universal para las infancias, que entrelaza las acciones que se vienen desarrollando para la atención y acompañamiento del embarazo, el nacimiento y la crianza de los niños y las niñas, entre otras acciones que apuntan al fortalecimiento del sistema de protección integral de niñas, niños y adolescentes.
Estos espacios trabajan especialmente el vínculo familiar, a través del encuentro de las duplas (madre/padre-hijo/hija), a las que se busca apuntalar. Asimismo, se promueve que las madres, padres o adultos responsables puedan desplegar nuevos recursos para el cuidado de los niños y niñas, ya que ese rol de acompañamiento y estimulación es fundamental para lograr que ellos puedan crecer y desarrollarse.
Liliana, subcoordinadora del Centro de Convivencia Barrial Distrito Oeste, destacó la importancia que tiene este proyecto para "brindarle herramientas a las mamás para poder cambiar el vínculo, poder jugar con los niños un rato, poder hablarles, hacerles una caricia. Es fundamental, porque muchas veces ellas no han tenido esa experiencia", remarcó.