Un rosarino de 42 años falleció en el primer día de 2024 por un cuadro de fiebre hemorrágica argentina.
Un rosarino de 42 años falleció en el primer día de 2024 por un cuadro de fiebre hemorrágica argentina.
Había regresado el 18 de diciembre de Santiago del Estero, ya que tenía actividades laborales relacionadas con el campo. Después de sentir malestar general y presentar fiebre por varios días fue internado en un sanatorio privado de Rosario donde, pese a que lograron suministrarle plasma de convalecientes, no pudo superar la infección causada por el virus Junín.
Si bien el fallecimiento se produjo en el primer día del año, al haberse contagiado antes, la muerte queda registrada entre los casos fatales de 2023 en la ciudad, que en total fueron dos.
En 2022 se había producido un pico preocupante de diagnósticos del llamado Mal de los Rastrojos, con 8 contagios confirmados en Rosario durante ese año, y un fallecido. Por lo tanto, son tres las víctimas fatales entre 2022 y 2023.
Matías Lahitte, médico infectólogo a cargo del área de Epidemiología de Salud municipal, pidió a la población que ante un “cuadro febril inespecífico que dura varios días consulten al médico” y destacó que en un momento en el que diariamente se diagnostican casos de dengue en la ciudad, la fiebre hemorrágica puede confundirse con la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. “Es muy importante que los profesionales de la salud podamos hacer un diagnóstico diferencial ya que para la fiebre hemorrágica contamos con la posibilidad del plasma de convalecientes, un tratamiento que evita en muchos casos la muerte”.
Luciano, el hombre de 42 años que falleció este lunes (padre de varios hijos pequeños, quien residía en Funes), “fue ingresado a terapia intensiva y también le pasaron plasma; a pesar de los esfuerzos de los profesionales que lo asistieron no se obtuvieron los resultados esperados (por la enorme cantidad de complicaciones que fue teniendo)”, lamentó el médico.
La fiebre hemorrágica argentina (FHA) es una de las zoonosis endémicas más frecuentes en zonas agrícola ganaderas del sector centro oeste de la Argentina, como Santa Fe y otras provincias cercanas.
La enfermedad es producida por el virus Junín y la transmite un roedor: el ratón maicero (Calomys musculinus).
La infección provoca fiebre, alteraciones en la sangre (“bajan glóbulos y plaquetas", comentó Lahitte) y puede provocar además problemas neurológicos, renales y cardiovasculares.
“Queremos recordar las medidas preventivas para no contraer este virus, que puede ser grave, y entre las que se encuentra la vacunación”, destacó Lahitte.
Epidemiología de Rosario está realizando tareas de prevención y acción contra el dengue y en ese contexto, también se está ofreciendo la vacuna que protege contra las complicaciones del virus Junín y que debería ser aplicada a todos los mayores de 15 años y hasta los 65. Está especialmente indicada para quienes viven en zonas endémicas, como lo es Rosario y la región.
Si una persona sabe que se van a realizar tareas que puedan ser riesgosas, ya sea laborales o recreativas que se llevan a cabo en zonas rurales, es necesario colocarse la vacuna un mes antes para tener los anticuerpos necesarios.
La vacuna está incluida en el calendario nacional y es gratuita. Está disponible en los efectores públicos.
Carolina Subirá, médica infectóloga, puso el acento en la importancia de inocularse contra este virus: "El sur de Santa Fe es zona endémica, al igual que el norte de Buenos Aires, por lo tanto, la población mayor a los 15 años que habita en nuestra región debería vacunarse sin dudarlo".
El virus, que se encuentra en la saliva, orina y sangre de roedores, afecta a los humanos cuando entran en contacto con un medio ambiente contaminado y se infectan por la inhalación de vapores de esa saliva, sangre u orina animal o a través de pequeñas heridas que puede tener la piel o las mucosas.
Lahitte recordó que entre 2022 y 2023, en Rosario, “hubo 10 personas con diagnóstico confirmado de fiebre hemorrágica de las cuales 3 fallecieron”.
En 2022 se produjeron 8 contagios, y se confirmaron por laboratorio dos casos en 2023, incluyendo al del hombre que perdió la vida el primer día de enero.
Otras formas de prevención que se deben tener en cuenta son:
* Mantener una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
* No ponerse tallos, hojas o granos en la boca.
* No acostarse sobre bolsas o en el suelo.
* Comer y dormir en habitaciones limpias.
* Usar calzado cerrado.
* Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que los roedores se acerquen a ella. Disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.
* No destruir ni alejar la fauna depredadora de roedores, como lechuzas, lechuzones, chimangos y gatos.