El debate del nuevo Código de Convivencia que propone el Ejecutivo municipal y que ya arrancó en el Concejo tiene múltiples aristas y discusiones. Más tratándose de una norma que rige sobre espacio que todos comparten, que es el espacio público. Las mujeres, travestis y trans que ejercen el trabajo sexual y que saben de la conflictividad y de las violencias en vía pública, llevaron esta semana sus inquietudes a la Comisión de Feminismos del Palacio Vasallo. El nudo de su preocupación, indicaron desde las organizaciones que las agrupan, es la posible aplicación del "Juicio por Jurado Vecinal", que aparece en el capítulo 2 del proyecto. "Las compañeras ya tienen al día de hoy problemas con los vecinos y no pueden defenderse”, dijo al abrir el encuentro con las concejalas Michel Mendoza, militante trans. Toda una advertencia de la situación de vulnerabilidad en la que ya hoy se encuentran y que incluso se profundizó con la pandemia de Covid-19.
El proyecto oficial comenzó a analizarse en el Concejo hace algo más de dos semanas a través de reuniones extraordinarias que se llevan adelante cada 15 días en el marco de la Comisión de Gobierno. Sin embargo, paralelamente, el resto de las comisiones también analizan temáticas específicas y ese es el caso de la Comisión de Feminismos.
“Ya desde del mes pasado iniciamos el análisis sobre todo para trabajar en lo que antes se llamaba «Faltas a la moral y a las buenas costumbres», que quedó arcaico y desfasado para el siglo XXI, y ahora quedará enmarcado en las faltas en materia de discriminación y en un capítulo específico para la protección de mujeres, personas LGBTIQ+, infancias y personas con discapacidad", detalló la presidenta Caren Tepp (Ciudad Futura).
La preocupación específica que las trabajadoras sexuales llevaron al encuentro fue la aplicación de los llamados Juicios por Jurado Vecinal “no solo porque lo que plante el proyecto en sí mismo, sino además por la carencia a nivel nacional de una ley o normativa que las reconozca y las proteja", indicó la edila.
“Las mujeres, travestis y trans que ejercen el trabajo sexual consideran que esto las pone en un nivel mayor de exposición y vulnerabilidad”, acotó Tepp y señaló este tipo de figuras como el Jurado de Vecinos “generan dudas e incertidumbre sobre las situaciones que se puedan generar y que las afecten de manera directa”.
Sin normas ni amparo
Mendoza, activista travesti trans, fue la primera en plantear las inquietudes. “El trabajo sexual no es considerado como un trabajo y eso al día de hoy ya hace que las compañeras que trabajan tengan problemas con los vecinos, sea que trabajan en la vía pública o si alquilan departamentos, y no tienen cómo defenderse de esas situaciones”, afirmó.
Mendoza recalcó que hay lugares puntuales de la ciudad, como es el entorno de la plaza López y del parque Independencia, “donde los vecinos se organizaron y una de sus principales objetivos fue sacar a las personas que dormían en esos espacios” y agregó: “Nosotras sabemos cómo nos puede afectar la mirada del vecino que no está empapado en la discusión del trabajo sexual y eso es algo que está pasando porque la sociedad no ha avanzado tanto en montón de discusiones”.
Compañera de Sandra Cabrera, con 58 años y 25 de trabajo en la calle, Miriam Auyeros, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), recalcó el pedido histórico de reglamentación de su trabajo. “Yo con 58 años me quiero jubilar, como otro, de lo que trabajé durante todos esos años y de lo que elegí", dijo durante la reunión y dejó en claro el empeoramiento de las condiciones que se dieron por la pandemia.
“Cuando yo comencé, trabajábamos para que las trabajadoras sexuales tuvieran con su trabajo mejores condiciones de vida, hoy en cambio estamos teniendo que asistirlas con un plato de comida”, señaló.
Silvana Sosa, que tuvo una participación virtual en representación de parte del colectivo travesti trans, consideró que “nadie se merece una vida metida en la por falta de empleo", pero aclaró: “Es importante que las compañeras que decidan hacerlo, tengan condiciones". A lo que se sumó Reina, integrante de Meretrices Autoconvocadas, que recalcó necesidad de asistencia para quienes “ya no están bajo la línea de pobreza, sino de indigencia”.
La lupa sobre los jurados
Los Juicios por Jurados de Vecinos aparecen en el capítulo 2 y, según detalla el proyecto, podrían ser convocados “cuando la importancia y gravedad de alguna causa lo amerite” y aclara que debe ser convocado "a petición del juez a cargo de la causa" en casos de faltas donde “por su magnitud, naturaleza, circunstancias de hecho, lugar, cantidad de partícipes o trascendencia, hayan generado o generen intranquilidad, malestar o conmoción en un sector o sectores de la sociedad”.
Sin embargo, no fueron solo los colectivos de mujeres, travestis y trans las que plantearon sus dudas sobre la aplicación de ese apartado. “¿Qué van a valorar esos jurados?”, se preguntó la concejala del Frente de Todos, Norma López, y agregó: “¿La venta ambulante, la actividad de los trabajadores informales, el trabajo sexual, la instalación de boliches o confiterías, donde ya funcionaba un registro de oposición de vecinos?”.
Para López, “hay que analizar las atribuciones específicas de este jurado” y señaló que “una cosa es convocar a los vecinos a participar y otra cosa es hacer sobre los vecinos una delegación de funciones”. Sobre todo porque para la concejala el riesgo “es que haya una mirada totalmente discrecional” por parte de quienes los integren.