El vandalismo y el desmantelamiento es la otra pandemia que padecen muchas escuelas de periferia de Rosario y la secundaria Nº 570 "Julieta Lanteri" no es la excepción a este flagelo. Es por eso que este miércoles, a las 10.30, la comunidad educativa de la escuela ubicada en Mendoza y Nicaragua realizará un abrazo solidario para exigirle al gobierno provincial una mayor protección de las escuelas y renovar el reclamo por mejores condiciones edilicias y construcción de aulas.
El establecimiento educativo de Mendoza al 7300 sufrió este lunes el sexto robo consecutivo en tan solo pocos meses. Sin embargo, la lista es demasiado extensa en cuanto a instituciones y elementos que deben recuperar para poder seguir dictando clases en este regreso a la bimodalidad presencial dispuesta en el marco de la pandemia de coronavirus. De acuerdo a datos preliminares aportados por el Fondo de Asistencia Educativa (FAE), cerca de una veintena de escuelas debieron soportar robos y actos de vandalismo.
En este último y sexto robo en serie perpetrado la madrugada del lunes, a la escuela Julieta Lanteri le secuestraron la bomba de agua -es una escuela que se encuentra en planta alta-, elementos de limpieza y termómetros, entre otros elementos que ya ni las docentes recuerdan producto de la angustia y desazón que provoca este tipo de ilícitos en una institución a la que asisten 600 alumnos y alumnas.
Es por eso que desde el Centro de Estudiantes de esa institución realizaron un video para visibilizar la situación y convocar a toda la comunidad educativa y todas las personas que quieran participar del abrazo solidario en Mendoza y Nicaragua, en el barrio Belgrano.
"En este último robo atravesaron el patio y barretearon la reja principal, pero anteriormente ingresaban por la ventana tras trepar al techo de la otra escuela", señaló a La Capital Alejandra Pereyra, una de las docentes del establecimiento, a la hora de comentar el asalto perpetrado este lunes.
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Como consecuencia de los robos, la escuela no puede contar con la computadora principal en la que estaban registrados todos los alumnos y alumnas entre otras cuestiones administrativas. Además, precisó que desde las escuela también se llevaron "bordeadoras, ventiladores, electrodomésticos, pavas eléctricas". En eso, agregó que "los robos, por lo general, ocurrían los fines de semana de lluvia y cuando la luz se cortaba, pero esta vez ingresaron con total impunidad y también se llevaron las llaves".
"La pava eléctrica que tenemos ahora la donó un exalumno y eso, al menos, nos devolvió al sonrisa", rescató, para resaltar el esfuerzo que realizan tanto la directora como la asistente escolar para recuperar los materiales robados. "Están siempre armando los elementos de nuevo desde el bolsillo de la cooperadora; ahora, por ejemplo, tenemos una computadora donada por el Ministerio (de Educación) que estaba en desuso, totalmente obsoleta, pero es lo único con lo que podemos contar", reseñó.