La Fiscalía y la querella se mantuvieron en la postura que plantean desde la imputación y ayer, tras exponer sus alegatos de cierre, pidieron que el mecánico Juan Carlos Schmitt fuera condenado a diez años de prisión y diez de inhabilitación para conducir. Lo hicieron al enmarcar el accionar del acusado —que en marzo de 2016 chocó y mató con el auto que conducía un cadete que circulaba en moto— en el delito de "homicidio simple con dolo eventual". Además de los detalles de cómo ocurrió el hecho, los alegatos de las partes giraron en torno de esa calificación legal, que para los acusadores está justificada, pero que para la defensa es arbitraria y excesiva ya que, a su entender, se trató de un "homicidio culposo". El veredicto se dará a conocer el próximo 30 de agosto.
"En el dolo eventual me represento la posibilidad de una circunstancia y no me importa nada". La fiscal Valeria Piazza fue tajante al cerrar su argumentación para defender la calificación penal elegida. El debate ya había sido planteado en la primera audiencia del juicio: el defensor de Schmitt, Ignacio Carbone, consideró que las modificaciones que la ley 27.347 introdujo al artículo 84 bis del Código Penal en diciembre pasado, venían a zanjar las controversias respecto de la aplicación de la figura de "dolo eventual", que ha encontrado dificultades en su aplicación.
La normativa sumó agravantes al "homicidio culposo" y, para la defensa, esa es la figura que debería haberse aplicado. Ayer, Carbone volvió a exponer ese argumento.
El caso que desde el martes de la semana pasada se ventila en los Tribunales provinciales ocurrió el 31 de marzo de 2016 en la zona oeste, a metros del triple cruce entre la diagonal Río Negro, que tiene doble mano, y las calles Campbell y Pérez Bulnes.
Ese día, cerca de las 20.30, Schmitt conducía un Audi TT que había comprado el día anterior y chocó a la moto en la que circulaba Damián Orgaz, que repartía pedidos para una restobar de la zona.
La moto quedó destrozada, el Audi quedó incrustado contra una columna de alumbrado público que derribó y Orgaz agonizó junto al cordón de la vereda hasta que una ambulancia llegó y lo trasladó hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde finalmente murió.
El impacto del golpe le había amputado los dos brazos y una pierna, que fue hallada más tarde por un vecino en la terraza de su casa.
Los fiscales Florentino Malaponte y Valeria Piazza entendieron que no se trataba de un homicidio culposo por la "naturaleza de la acción".
"Schmitt conducía por lo menos a 107 kilómetros por hora (así lo dijeron tres peritos durante el debate) por una zona urbana, de noche, en un auto con una capacidad extraordinaria", sostuvo Malaponte, quien remarcó que el mecánico, al momento del impacto, circulaba por Río Negro por el carril contrario, porque había querido esquivar un desnivel en la cinta asfáltica. "Lo hizo por pura diversión. No había nada que justifique la velocidad a la que iba. Estaba probando su auto nuevo, viendo si hacía algún ruidito", esgrimió el fiscal, que se valió de los testimonios de varios vecinos de la zona que prestaron declaración durante el juicio, que aseguraron desde hace 20 años Schmitt utilizaba la diagonal Río Negro para probar los autos que preparaba para correr picadas.
La querella, representada por Gustavo Di Renzo, que no hizo muchas intervenciones durante el debate, acompañó con sus alegatos el pedido de la Fiscalía.
Para la defensa se trató de un accidente y pide la absolución
El abogado defensor de Juan Carlos Schmitt, Ignacio Carbone, definió el suceso por el cual se juzga a su cliente como "un accidente fatal, pero un accidente al fin". Tras las críticas que recibió de la Fiscalía por haber presentado sólo testigos de concepto (conocidos de Schmitt que lo calificaron como amigo, mecánico y padre) y un perito de parte que, a entender de Malaponte, no basó sus conclusiones en datos científicos sino en suposiciones, sostuvo que la teoría fiscal no es lógica y, además, caprichosa.
El defensor entendió que no está probado que el mecánico hubiera circulado por el carril contrario, y sí que Orgaz haya circulado por Río Negro. Es que una de las teorías de los defensores es que el cadete pudo haber transitado por Pérez Bulnes y se haya atravesado en el camino del Audi cuando intentó tomar la diagonal. Carbone remarcó que, con esos argumentos no intenta poner la responsabilidad del choque en el accionar de Orgaz, pero consideró necesario que se entienda que en el siniestro —que él definió como un accidente— intervinieron dos personas. "Lo que plantearon los peritos de la Fiscalía es una posibilidad de cómo pudieron haber ocurrido los hechos, pero no esa una certeza, por lo que caben otras posibilidades", dijo el letrado, quien pidió que Schmitt fuera absuelto por el delito de "homicidio con dolo eventual".