“La calle fue siempre terreno privilegiado de los varones", dice la secretaria de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad, Mariana Caminotti, responsable de la repartición que por estos días puso en marcha la primera formación en perspectiva de género y diversidades para conductores de servicios públicos. El espacio, del que ya están participando con modalidad virtual los taxistas rosarinos, se propone justamente desarticular mitos y actitudes naturalizadas a través de nociones básicas sobre género y la sexualidad, pero sobre todo prevenir y erradicar la violencia que se da en el espacio público y los servicios públicos. De hecho, solo en 2020, el Dispositivo de Acoso en el Transporte Público del municipio recibió a través de la línea 147 unos 40 reclamos que derivaron en 32 intervenciones de contención y asesoramiento de las víctimas.
Si bien desde 2014 el municipio ofrece charlas de “Buen trato desde la perspectiva de género", recién este año se puso en marcha un espacio formal de capacitación que se sistematiza a través de tres encuentros participativos y que por primera vez incorpora además de la perspectiva de género a las diversidades sexuales- El propósito es “desnaturalizar la discriminación y la violencia que experimentan las mujeres, pero también lesbianas, travestis, trans y personas no binaries", señala Caminotti.
Un curso, que junto a otros contenidos, es un requisito obligatorio para quienes deben renovar su carné profesional para conducir servicios públicos en la ciudad.
“Problematizar la matriz de comportamientos y patrones culturales machistas y heteronormativos que están en su raíz" es lo que el espacio se propone poner en juego con los participantes, que son los choferes de taxis de la ciudad, que se sumaron a través los cursos que se iniciaron este mes y se dictan a través de la Escuela Profesional de Conductores de Servicios Públicos del Ente de la Movilidad.
Los varones en la calle
Las violencias a las que apunta a prevenir y erradicar la capacitación es esa que sucede en el espacio público, la calle. “No es casual que esté naturalizada, ya que el espacio público históricamente ha sido el terreno privilegiado de la ciudadanía masculina, esa que por ser «masculina» se consideraba «universal», mientras para las mujeres y diversidades sigue siendo un espacio de lucha por la igualdad; una igualdad que todavía nos falta conquistar”, apunta la funcionaria.
Para eso, el módulo de género de los cursos que se desarrollan en tres encuentros introducen conceptos básicos y definiciones, desanda los mitos y trabaja sobre realidades en torno al género y la sexualidad, además de ahondar en cómo entender la violencia por motivos de género.
Ya en un segundo encuentro se trabaja específicamente la problemática de la violencia de género en el espacio público y el acoso callejero, se hace hincapié en la responsabilidad de quienes están al frente de los servicios públicos.
En tanto, en el tercer encuentro se profundizan los contenidos sobre diversidad sexual e interseccionalidad, un punto que la secretaria de Género destacó como “novedoso respecto de las experiencias previas con estas formaciones en la ciudad".
Articulación y denuncias
La puesta en marcha de la formación, destaca Caminotti, no está pensada en forma aislada, sino que “se enmarca en un conjunto de iniciativas más amplias, entre las que se cuenta el diseño de los contenidos de género que se incorporarán al curso obligatorio para tramitar la licencia de conducir que podrían implementarse a través de junio”.
A eso se suma la ampliación del actual Dispositivo de Atención y Contención ante Situaciones de Violencia y Acoso en el Transporte Público, que recibe situaciones derivadas a través del 147, que se propone hacer extensivas las intervenciones a otras situaciones que se producen en el espacio público, más allá del transporte.
Ya en la especificidad de los casos que se producen en el transporte público, ya sean colectivos, taxis o remises, solo a lo largo del 2020 el dispositivo recibió unas 40 situaciones, de las cuales 32 se tradujeron en intervenciones concretas de acompañamiento y asesoramiento a las víctimas.
Para todo eso, la funcionaria destaca como iniciativa marco el proyecto del nuevo Código de Convivencia que ya se debate en Concejo Municipal y donde por primera vez se incorpora un capítulo específico destinado a la sanción del acoso callejero y a la concientización y educación de infractores como medida importante de protección hacia mujeres y población LGBTIQ+.
“El objetivo es que podamos disfrutar del espacio público de la ciudad en un marco respetuoso de todas las identidades y expresiones de género, sin miedo y en condiciones de igualdad”, concluyó Caminotti..