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Fantini, con la obra de Austen en mano, indicó que el precio ronda los 25 mil pesos, ocho veces más que la venta en los kioscos de diarios. “No me parece mal la venta en los puestos, los libros así llegan a la gente más fácil”, aclaró.
“Muchas personas consultaron por ese ‘Orgullo y Prejuicio’. Series, películas o virales que tocan temas sensibles hacen crecer las consultas”, reflexionó ante La Capital Mariana, encargada en Buchin Libros, frente a la Facultada de Humanidades y Artes.
Sin embargo, la venta en las librerías no le escapó a la crisis, aunque el sector comienza a dar vuelta de página.
Otro furor y vuelta al papel
“No hay 'Orgullo y prejuicio'”, rezaban los carteles en los puestos de diarios. Así los canillitas desbordados frenaban el furor por el libro de Jane Austen, editado por RBA y ofrecido al módico precio de 2.990 pesos. A principios de agosto se lanzó esta publicación que forma parte de la colección "Novelas Eternas", los clientes no faltaron, la obra se agotó rápidamente y el interés se multiplicó. En momentos donde la lectura digital avanza, la elección por el papel fue noticia.
Mariana dejó de lado “Orgullo y prejuicio” y puso a “Este dolor no es mío” como top en ventas en los últimos dos años, gracias a la serie turca “Mi otro yo”, tendencia en Netflix.
En esta línea, el reciente estreno en cines de “Romper el círculo” derivó en un incremento de consultas por la obra de Colleen Hoover. “La gente sigue leyendo”, describió Mariana.
Los “booms” generados por los títulos en auge abren otro capítulo para el papel. Los libreros identificaron una necesidad de los clientes por desprenderse de las pantalla s. Así abrazan las cualidades de los libros y se sumergen a la experiencia de la lectura tradicional. “Dentro de la crisis me sorprende lo bien que resiste”, rescató Fantini.
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“La gente se acostumbró”
Hay que remontarse hasta el 10 de diciembre de 2023. El cambio de gobierno y la posterior devaluación impactó de lleno en los comercios y las librerías veían como los libros quedaban relegados. “Antes de Navidad se vendió bien, pero luego la gente se restringió y no viene tan seguido”, apuntó Fantini.
Por su parte, un adelanto del informe sobre ventas que prepara la Cámara Argentina del Libro (CAL) al que pudo acceder La Capital mostró una caída en ventas de entre 35 y 40 por ciento en el primer semestre del 2024 respecto al mismo periodo del año pasado.
El libro, al ser un producto de tercera necesidad, fue una de las primeras opciones descartables en las economías familiares. “Es complejo pensar en comprar un libro cuando hay una gran parte de los argentinos bajo la línea de pobreza. Pero no está caro, vivir está caro”, afirmó Juan Manuel Pampín, presidente de la CAL a La Capital.
En este sentido, el movimiento en las librerías fue a la baja y fluctuante, según Mariana: “Tuvimos meses como abril y julio buenos y otros como agosto que fue tranquilo a pesar del Día de la Niñez. La necesidad de leer se ajusta a su presupuesto”.
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Para los libreros, los precios de sus productos acompañaron el proceso inflacionario, que el INDEC situó por encima de 90% en lo que va de la gestión de Javier Milei.
De todas formas, la conformación de los valores al consumidor final parece tener una singularidad: el periodo de actualización. El ajuste en la lista de precios depende de cada editorial y pueden ser mensuales como semestrales.
“Recién vino un cliente que en marzo preguntó por un libro, estaba 50.000 pesos, ahora volvió y el precio es el mismo, entonces se lo llevó”, reconoció Alejandro y Rubén completó: “La gente se acostumbró a los precios y estamos notando un poco más de aceptación”.
Frente a este panorama las compras en cuotas son una alternativa y las promociones son aprovechadas con voracidad por los clientes. “Además de títulos y obras, hoy tenemos que saber de financiación”, esgrimió con gracia Alejandro.
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El turno de las editoriales
En Rosario entre las numerosas producciones se destaca el trabajo de la Editorial Municipal. Con más 30 años de historia en 2023 abrió su primera sucursal donde pone a disposición más de 90 marcas de la ciudad. Además de la venta al consumidor final, el ente se encarga de producir obras de autores sean rosarinos como de ganadores de concursos abiertos a todo el país.
“Hoy una tirada chica, de 300 ejemplares de 100 páginas cada uno está más de 400 mil pesos”, dijo en diálogo con La Capital Oscar Taborda, actual director de la editorial, que tiene en circulación unos 100 títulos de los 400 en su poder, con un catálogo compuesto por más de 300 autores. Cada año produce entre 10 y 15 tiradas promedio.
Pampín, presidente de CAL, ahondó más en la producción y remarcó las distintas variables que la componen como el color de letra, la calidad de las páginas y tapas, si contiene o no gráficas o imágenes, entre otros, que llevan a cambiar "sideralmente" la inversión que realizan las editoriales.
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Taborda, por su parte, reconoció que el avance de la tecnología permitió el cambio en la industria. “A veces resulta más sencillo encarar una imprenta con un costo menor y pensar para más adelante hacerlo, hacer una reimpresión”. Cuando en 2010 se realizaban lanzamientos de 2.500 unidades como mínimo, hoy se ejecutan de 300 o 500, con un máximo de 1.000 “si tenemos la sensación de que va a pegar”, explicó. La CAL, en su último estudio de producción, señaló que la tirada más pedida en la actualidad es de 700 ejemplares.
Al estar subsidiados, los precios en las estanterías del local municipal están por debajo del mercado, sin embargo, la retracción en ventas también se sintió: “Entre enero y febrero no se vendió casi nada”. Con el pasar de los meses, Taborda sostuvo ver un crecimiento en el movimiento e hizo hincapié en la importancia de la Feria del Libro como fecha comercial.
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Terminó una nueva edición de la Feria del Libro en Rosario
Virginia Benedetto / La Capital
Balance positivo: cuánto y qué se vendió
Tras once días, cientos de presentaciones de libros, talleres y recitales, la Feria Internacional del Libro Rosario logró instalarse como uno de los eventos culturales más convocantes de la ciudad. Este año, según cálculo de los organizadores, recorrieron los stands de librerías y editoriales o participaron de las actividades especiales unas 400 mil personas. En una época dura para la industria editorial, el encuentro permitió también incrementar las ventas.
"En general fue un poco mejor que el año pasado en cantidades de unidades. Y sobre todo con relación a lo que venimos viendo: hay una caída del 30% en las ventas. Esto fue un éxito total", sostuvo José "Perico" Pérez de Homo Sapiens.
Por otro lado, Pérez contó que lo más vendido fue literatura infantil y también "muchos libros sobre Rosario". Rescató, asimismo, que las promociones y los descuentos con algunas tarjetas ayudaron a que "la gente aprovechara y comprara".
Por su parte, Germán Armando de El Juguete Rabioso aseguró que "las ventas en el stand fueron mayores que las del año pasado en un 15% de ejemplares". En esta librería, lo más vendido estuvo de la mano del psicoanálisis: "El Salvajismo Materno" de Anne Duffourmantelle. Por otro lado, comentó que las ventas durante el año vienen "levemente planchadas".
Paula de la Editorial Municipal de Rosario destacó un balance positivo de esta nueva edición: "Lo que más salió fueron libros infantiles. La gente apuesta bastante a las editoriales independientes y los libros objetos", resaltó.
Desde las librerías Mal de Archivo y Ponsatti Libros expresaron que, a diferencia de otros años, la gente piensa un poco más a la hora de llevarse un libro pero que las ganas de leer no disminuyeron.
Por último, los libreros sostienen que más allá de las ventas la Feria del Libro es una celebración. Revaloriza el mundo del libro, lo democratiza, le da visibilidad a editoriales, autores y librerías que de otra forma no la tendrían y acerca la literatura a un público más variado.