El inmenso amor que sienten por sus hijos las unió. Y tejió una extraordinaria red de contención y gestos solidarios que las acompañará para siempre. El destino las convirtió en faros guía, en impetuosos manuales de dirección y sostén para luchas cotidianas que no tienen descanso. Son mujeres honrando la vida con el corazón abierto, de tanto arremangarse, redoblar esfuerzos y volver a empujar. Siempre para adelante. Una y otra vez. María Soledad Pérez, Lorena Vázquez, Gabriela Torres, y Vanesa Biancucci son madres rosarinas de chicos con Síndrome de Down, que hoy serán reconocidas en el
Concejo Municipal por sus tareas de concientización, junto a otras organizaciones, ya que se celebra el Día Internacional del Síndrome de Down.
En ellas se pueden resumir cientos de historias con características similares en la ciudad y
la región. En cada relato, en cada palabra, en cada mensaje, se advierten valores y conductas comunes, y también férreas determinaciones de vida. Convicción y espíritu de sacrificio para arrancar cada día con paso firme, ansias renovadas, y proyecciones siempre positivas. Entereza y un tremendo coraje para ocultar lágrimas y atreverse a golpear mil puertas para quebrar la incomprensible insensibilidad de la mayoría de las obras sociales. Abnegación y una luminosa generosidad, cualidades distintivas para quienes como ellas, se elevan de condición y corren el foco para vivir para los demás.
Son madres "Locas de amor", como ellas mismas se bautizaron y como se las puede ubicar a través de la red social
Facebook. Mujeres que corrieron su eje para apuntalar, disfrutar y valorar cada avance, cada día, cada minuto de sus hijos. Son ejemplos válidos, cercanos, tangibles, de denodadas luchas por la inclusión, y que utilizarán esta fecha para desarrollar tareas de información y conciencia pública.
Desde ese escenario altruista, exigen para el crecimiento y el desarrollo de estos chicos un adecuado acceso a las estructuras de atención en salud, a los programas de estimulación temprana, y a una enseñanza efectivamente integradora.
Son incansables forjadoras de espacios sociales, para que las personas con discapacidad puedan levantar las banderas de reclamos de integración plena en sus respectivas comunidades, y hacer oír sus voces para contar sus sueños y también sus necesidades. Solicitudes que muchas veces chocan contra la sordera de las obras sociales.
"Ellos son hijos magníficos. Son puro amor y nos enseñan a valorar otro tipo de cosas todos los días. Por eso queremos festejar esta jornada en una plaza pública, para que la gente se pueda acercar y saber más sobre estos casos", señaló Gabriela.
"También nos interesa que las familias que tienen algún chico con Síndrome de Down, deben saber que si tienen el certificado de discapacidad, las obras sociales están obligadas por ley a cubrirles todos los servicios de salud", remarcó por su parte Soledad.
En tanto, Lorena, la creadora del grupo, contó que su lema es "aceptar, estimular, y sobre todas las cosas amar". Asimismo, confió que "para nosotras esta es una jornada de concientización, pero también festejamos el 21 de marzo porque estamos felices de nuestros hijos".
"Por suerte, estando en grupo, nos apoyamos entre todas. La mayoría de las madres pasamos por lo mismo, así que nos pasamos datos y nos ayudamos para que nuestros hijos puedan recibir la atención completa que les corresponde", resaltó a su turno Vanesa.