Continúan las obras de restauración y puesta en valor del del Monumento a la Bandera, que tuvieron un parate en enero debido a que los trabajadores involucrados en el proyecto se tomaron vacaciones. Son muchos los rosarinos que se detienen frente a la estructura ubicada frente al río Paraná y se preguntan en qué consisten estas tareas que buscan poner en valor el tesoro de la ciudad. Se trata de información fundamental porque más allá de ser un espacio público, el Monumento Nacional a la Bandera es identidad cultural de Rosario.
El equipo de Dyscon SA ganó en febrero del año pasado la licitación para hacer obras que permitan dejar en condiciones uno de los monumentos más importantes del país. Fue así como, después de más de siete años de anuncios consecutivos, el gobierno nacional puso finalmente en marcha un proyecto muy esperado por los rosarinos. Desde abril del año pasado, profesionales vienen trabajando en su restauración patrimonial y puesta en valor. La constructora convocó a un grupo de especialistas, entre ellos, la restauradora María Eugenia Prece que asumió un asesoramiento técnico en aquellas tareas vinculadas a su área de conocimiento.
En diálogo con La Capital, la especialista brindó detalles de una parte de las complejas tareas que se están realizando. “Comenzamos en abril pasado con las pruebas piloto de cada una de las tareas a desarrollar, entre ellas, la limpieza del travertino, anclajes de placas, sellado de juntas, consolidación e hidrofugación de la piedra. Todos los procedimientos fueron consensuados con la Comisión Nacional de Monumentos. Luego, iniciamos el relevamiento placa por placa de travertino de las zonas que se intervienen en esta etapa que incluyen el propileo, los pasajes laterales y la base de la torre”, precisó.
Y continuó: “Este relevamiento se deja asentado en un plano de patologías. Una vez terminado cada sector se realiza un informe final y el plano de intervención. Esta es una tarea de revisión constante porque cada lugar presenta una situación diferente que tiene que ver con su materialidad, su orientación, su entorno. Hemos realizado un análisis de materiales con microscopía electrónica en el Instituto de física del Conicet de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), mediciones de absorción y registros térmicos. Trabajamos en interdisciplina con ingenieros estructuralistas, químicos y más profesionales”.
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Prece estudió Bellas Artes y se recibió en la facultad de Humanidades y Artes de la UNR, además se especializó en restauración arquitectónica en la Universidad de Alcalá de Henares, en España. Su proyecto personal, Almapiedra, una empresa dedicada a la intervención sobre el patrimonio construido fue subcontratada para realizar estos trabajos en todas las esculturas y altorrelieves de travertino de Alfredo Bigatti y José Fioravanti.
“Sobre estas obras de arte, la arquitecta Carolina De Luise realiza un registro fotogramétrico del antes y después de la intervención, para que quede un documento acorde al valor de las obras”, indicó la especialista.
Obras terminadas
Hasta el momento, finalizaron los trabajos de las fachadas norte, sur y este del propileo, así como todo su interior y columnas. En ese sector se colocaron cientos de anclajes químicos, también se tomaron las juntas de todas las placas, luego se realizó la limpieza completa y la protección final.
El grupo Basamento, un equipo de profesionales provenientes del campo del arte que se desarrolla en el ámbito de la restauración y conservación de bienes particulares e históricos, restauró las esculturas de bronce de Las Américas situadas en el interior del Propileo.
“Lo que hicimos fue una limpieza a base de solventes, ahí se encontraron algunas intervenciones anteriores. Nos encargamos de las esculturas de bronce del propileo que al estar resguardadas, su estado era bastante bueno. Fundamentalmente trabajamos en una conservación original de la escultura”, explicó Alejandro Guaragna, integrante de Basamento.
Al mismo tiempo, el equipo de Almapiedra ya finalizó la restauración de cuatro altorrelieves de la proa. Mientras que el mástil fue reparado y cambiado el mecanismo de izaje de la bandera, además de un refuerzo estructural. Incluso, se tomaron las juntas de las escalinatas de acceso al propileo, de bloques de granito.
Lo que se viene
Actualmente, se están ocupando de la fuente y el interior de Gendarmería. Lo que falta es trabajar sobre las esculturas de bronce y de piedra de la torre, las urnas y las puertas pero “es una obra extensa con tareas de mucha especialización”.
Al ser consultada por la importancia de que se ejecuten este tipo de obras, Prece, reflexionó: “Conservar nuestro patrimonio histórico es una obligación de las sociedades para las generaciones futuras, en especial este monumento que es un símbolo de nuestra historia. Guido tuvo la capacidad de plasmar nuestros ideales de nación, de libertad, de aspiración de futuro, y los escultores Bigatti y Fioravanti supieron recrear los momentos claves del surgimiento de nuestra patria y los símbolos de nuestros valores locales”.
“El simbolismo desplegado en todo el monumento es fascinante y el interés turístico que tiene lo comprobamos estando ahí y viendo la cantidad de visitantes que llegan”, finalizó.