"Excelente". Así calificó el director Juan Farina la actitud de alumnos y padres durante el operativo que se puso en práctica este miércoles a la mañana con 160 docentes y no docentes, en el Instituto Politécnico de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), para los 600 aspirantes al primer año del colegio. El diálogo con La Capital se dio en la calle mientras los nenes y nenas de entre 12 y 13 años, de Rosario y zonas aledañas, rendían la prueba de matemática, la primera de las dos que debieron realizar en la mañana: luego continuaron con la de Idioma Nacional.
Cuando los estudiantes ingresaron temprano a las 36 aulas disponibles, el tránsito se cortó. Pero hasta el mediodía las calles Pellegrini y Ayacucho, de la manzana que contiene al colegio y a la Facultad, se mostraron solo cercadas con una cinta de seguridad.
Frente a las cuatro puertas habilitadas para el ingreso estaban las marcas en el piso con los cuatro colores en que se dividió al alumnado para que la entrada y salida fuera ordenada y dentro de los protocolos delineados ante la pandemia.
También se vio a unas pocas madres, aguardando a sus hijos, en las escalinatas de la facultad. De distintos barrios y escuelas de la ciudad, ansiosas, pero contentas contaron los esfuerzos económicos y familiares que hicieron con sus hijos para llegar a esta etapa escolar, que implicará el ingreso de 235 alumnos.
Para este jueves un grupo de padres organizó un "taburetazo" para exigir al "Poli" clases presenciales. Se autodenominan "Padres comprometidos con la educación de nuestros hijos" y a ellos Farina los aludió al decir: "Solo puedo decir que es imposible, por ahora, realizar clases presenciales como antes de la pandemia que, por otra parte, no terminó: hay 1.976 fallecidos a la fecha. El colegio ya organizó clases mixtas. Padres y madres deben quedarse tranquilos, acá todos estamos preocupados por los alumnos, los docentes y no docentes".
Y finalmente aclaró que se tomaron minuciosamente las medidas de distanciamiento y resultó que en las aulas donde antes se sentaban 37 alumnos ahora habrá diez.
Los resultados de los exámenes de hoy se visibilizarán el 10 de marzo y las clases para primer año comenzarán el 12 de abril. En tanto, los mayores, deberán hacerlo antes: de 2do. a 6to. años iniciarán el ciclo lectivo el 15 de marzo.
La dulce espera
Nahuel y Lionel tienen 13 años y cursaron la primaria en la escuela Giseppe Garibaldi de Roullión y 27 de Febrero. Sus madres, una manicura y otra enfermera, los levantaron a las 6 y compartieron un remise con el que cruzaron toda la ciudad, desde zona oeste a Pellegrini 250 para ir a rendir. Sí, fue como ir a rendir los cuatro, dicen entre nerviosas y contentas ambas mujeres, mate en mano.
Sus hijos, como todos los aspirantes, abonaron cada uno 5.500 pesos en concepto de cursillo, lo que implicó clases y seguimiento, esta vez excepcionalmente virtual, por parte de los docentes.
Pero además estas madres y otras tantas consultadas por este diario pagaron clases particulares o academias, durante varios meses del año pasado y este verano, a razón de 300 pesos la hora o 6 mil pesos al mes, en promedio.
"Las fechas de examen de noviembre se fueron corriendo por la pandemia hasta este miércoles, y los docentes continuaron el seguimiento y las consultas. Pero además fuimos el único colegio del país que brindó acompañamiento virtual también para los padres, porque sabíamos que con la tecnología nos teníamos que adecuar todos", dijo el ingeniero eléctrico y director, al frente del colegio desde el 18 de diciembre pasado, pero jefe de departamento de Física del Politécnico y docente por 40 años.
Otras madres que estaban en la dulce espera aferradas a sus celulares contaron que sus hijas e hijos estaban "nerviosos" en la mañana, algunos temblaban, a otros les transpiraban las manos, y uno hasta había tenido "una crisis de 'no se nada" el día anterior.
"Pero entró tranquilo y la que está nerviosa ahora soy yo", confesó la mujer junto a una más que dijo que había llorado en la mañana y que de poder hubiera acompañado a su hijo hasta el aula.
"No nos damos cuenta, lo hacemos sin querer", se disculpó una al referirse a las tensión familiar con la que a veces se rodea a los niños y niñas en una situación tan estresante.
El perfil del Poli con los años
El Politécnico es uno de los tres colegios de la UNR (junto al Superior y la Agrotécnica de Casilda) y a los tres se los considera tradicionalmente con alto nivel, exigencia y como generadores de identidad. Pero desde afuera también reciben críticas, cuando esas cualidades se expresan con superioridad y en desmedro del resto de las comunidades educativas, como si educar y aprender fueran capacidades genéticas, ligadas solo al esfuerzo y al mérito y no atravesadas por cuestiones históricas y socioeconómicas. Un debate de siempre y actual.
En los diez últimos años, el colegio viene sosteniendo el número de aspirantes, aunque en décadas anteriores la cifra llegaba al millar.
El Poli sumó una sede en Granadero Baigorria, en 2015, "la séptima división" la llaman y justamente este año se graduará la primera promoción. El abanderado 2021 será justamente baigorriense.
Las aulas albergan no solo a rosarinos y rosarinas sino también a a alumnos de Arroyo Seco, San Lorenzo, Ibarlucea, Funes y Roldán, entre otras ciudades y pueblos cercanos.
El Poli, con el correr de los años, cambió (y aumentó) la población femenina de aspirantes y de alumnado tanto como el perfil económico social, ya que no todos los bolsillos pueden afrontar el pago de cursillo más la preparación particular.
Frente a este cambio, que se da de bruces con las conquistas de educación pública y gratuita que caracteriza a la Universidad y sus colegios, el director señaló: "Hay que valorar a los cursillos y apoyar a la educación pública" y mientras tanto, a esperar los resultados de las pruebas para dentro de ocho días.