La idea del Complejo Gurruchaga de convocar este a lunes a los alumnos de la primaria a ir en malla para poder refrescarse en los recreos y dar batalla a la insoportable ola de calor, no fue suficiente. La misma escuela, avanzada la mañana, suspendió las actividades en el nivel secundario hasta el miércoles y no fue la única. En varias se redujeron actividades: en Las Flores, delegadas denunciaron que en medio de la ola de calor y en un comedor donde "no funciona un solo ventilador" se les dio de comer a los chicos guiso de arroz y lentejas, y en Villa Gobernador Gálvez, además de la falta de agua, en un colegio se desplomó un techo.
Por su parte, el gobernador, Omar Perotti, señaló que no se puede tomar una decisión unificada de suspender las clases en todas las escuelas, afirmó que hay que continuar con el dictado "donde se pueda hacerlo" y confió en el criterio de los directores y supervisores para tomar ese tipo de decisiones.
En Amsafé Rosario, luego de señalar que "las escuelas no están en condiciones" de enfrentar las altas temperaturas y presentar un relevamiento de 70 edificios de la ciudad, apuntaron que fueron muchos los equipos directivos que "ante la ausencia de respuestas del Ministerio de Educación, tuvieron que optar por la reducción de la jornada porque no cuentan con los servicios necesarios. "Hay escuelas sin agua o en muchas funciona uno de cada cuatro ventiladores que hay en las aulas", aseguró la responsable de Asuntos Sociales del gremio, Claudia Rivas.
Rotos todos los récords de temperaturas máximas en los últimos 60 años y los días sucesivos en que se sostienen esos registros, así como de demanda de uso de los servicios básicos como la energía, todo se hace más difícil y dar clases también. No solo hubo innovaciones, como la de la primaria de la Gurruchaga, sino que además entrado el día, los equipos directivos de varios colegios restringieron la jornada de actividades para resguardar a chicos y adultos.
La Gurruchaga suspendió hasta el miércoles las actividades de 1º y 2º año del nivel secundario haciéndolas coincidir con el inicio de clases de 3º y 4º, así como las diferentes comisiones de 5º y 6º año volverán a las aulas el jueves. Y no fue la única. Ya se había sumado la Escuela República Argentina, de Riobamba entre Pedro Lino Funes y Teniente Agneta, y de acuerdo a lo que puntualizaron desde Amsafé Rosario hubo más que tomaron esa determinación.
Un comedor que es un horno
"Son definiciones que van tomando los equipos directivos ante la falta de respuestas de la Regional VI del Ministerio de Educación", señaló a La Capital la representante de Asuntos Sociales de Amsafé, que además recordó que en diciembre de 2022, con altas temperaturas, "se había advirtido sobre la falta de condiciones de las escuelas. Sin embargo, estamos igual que entonces", aseguró.
Así, enumeró que las autoridades de las escuelas Nº 1.330, 1.204 y 1.266 echaron mano a la reducción de la jornada y en muchos casos lo hicieron por falta de presión de agua o de servicio; al igual que en la Nº124 donde además de los problemas con el agua que tienen a mal traer a 1.200 chicos y los equipos docentes y de auxiliares, se desplomó el techo de un salón, lo que obligó a suspender actividades.
Otro de los planteos incontrastables se escuchó al mediodía de docentes y delegados de la Escuela ARA General Belgrano, en barrio Las Flores, donde en un día agobiante de calor a los más de 450 chicos que almorzaron en la escuela se les ofreció guiso de arroz y lentejas en un comedor donde afirman que no funciona un solo ventilador.
"Es un horno, una caldera", dijo Marisa Aybar, delegada gremial de la escuela, y agregó: "Es una falta de consideración con los chicos y con la comunidad. Hay chicos a los que los vienen a retirarlos descompuestos".
Aunque el edificio cuenta con servicio de agua, señalaron que tiene "heladeras rotas que desde hace meses se está pidiendo al ministerio que se arreglen y nadie responde. Tenemos bancos acumulados que no se arreglan, así que además del calor, hay que sentarse en el piso. Esa es la calidad educativa que ofrecen", remarcó.
La voz oficial
Más allá de que consideró "discutible" la afirmación del gremio sobre la falta de condiciones "dignas" en el abastecimiento del agua, la voz oficial que refutó al gremio fue la del gobernador Perotti, quien aseguró que "cada escuela tiene la capacidad de saber evaluar cómo va a ser el desempeño en las condiciones en que está y con las características para dar clases o no".
Para el mandatorio, "hay directores con la suficiente capacidad de decidir y evaluar si estamos en condiciones de dictar clases o hay que desafectar a los chicos", pero consideró que son decisiones que "deben tomarse sobre infraestructuras y capacidades de establecimientos muy distintas".
"Convivimos con escuelas con ventiladores y aire acondicionado y que no tienen problemas en el abastecimiento de agua y otras que sí. Cada establecimiento sabe lo que tiene que garantizar: las condiciones para que que los chicos puedan estar aprendiendo. Y si no, se contacta con los supervisores para hacerlo, pero si se puede dar clases, tenemos que dar clases; y donde haya algún inconveniente, se resolverá de esa manera", remarcó.
Relevamiento gremial
El viernes pasado, ante las altas temperaturas, la representación de Amsafé Rosario llevó a la sede local de Educación un relevamiento de las condiciones edilicias y de infraestructura de las escuelas.
Se realizó en 70 escuelas y detalló que casi el 60 por ciento de las mismas "no tiene caudal de agua suficiente", el 53 por ciento tiene problemas eléctricos, el 30 por ciento aún no tiene resuelta la prestación del servicio de gas y el 37 por ciento de las aulas no cuenta con ventilación cruzada.
"Es una muestra chica, pero es lo que venimos planteando al ministerio desde diciembre de 2022, cuando también estábamos con altas temperaturas. Nos dijeron que los edificios iban a estar en condiciones, llegamos a marzo y no lo están", indicó la representante de Asuntos Sociales de Amsafé.
Rivas señaló además que se consultó sobre energía, agua y gas porque "son los servicios esenciales que cualquier escuela debe tener"; y si bien hay edificios donde la propia comunidad, a través de las cooperadoras, compran los artefactos para refrescar las aulas, en muchas no funcionan, como sucede en el comedor de Las Flores.
"Hay aulas de techo de chapa con cuatro ventiladores donde solo funciona uno o escuelas que están dando clases en especies de contenedores, donde se instalaron los aire acondicionados, pero cuando se encienden, las térmicas fallan por falta de tensión", detalló la dirigente.
Con ese escenario y sin respuestas oficiales, Amsafé Rosario señaló que los equipos directivos de las escuelas "no tienen más solución que ir tomando decisiones para poder resolver la situación de chicos y grandes, porque así no se puede sostener".