El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aprobó un documento que, entre otros puntos y con la ponderación del sistema presencial, habilita a las carreras a desarrollar la mitad del recorrido en modalidad virtual. Esto dependerá de lo que decida cada una de las unidades académicas, ya que es una opción que pueden considerar las mismas. También se podrán hacer defensas de tesinas y trabajos finales de manera virtual o híbrida, y las prácticas serán 100% presenciales a menos que haya razones fundamentadas para que no lo sean.
La habilitación de nuevos formatos para las cursadas y los exámenes no deja de lado la modalidad presencial, algo que consideran desde la UNR como el eje central de la universidad misma. “La esencia de la universidad pública es la presencialidad y así lo reestructuramos”, señaló a La Capital el rector, Franco Bartolacci.
“La universidad que viene tiene que ser muy distinta a la que concebimos previo a la pandemia. Vamos hacia un nuevo modelo pedagógico, pero reservando lo que es esencial en nuestra estructura académica, que es la presencialidad, contemplando todos los mecanismos virtuales que nos facilitan avanzar con mayores dispositivos que antes de la pandemia no teníamos”, agregó.
En el documento que envió al Consejo Superior y que se aprobó en la última sesión del mismo, el rector resaltó la importancia de “recoger las experiencias y los aprendizajes construidos en la pandemia e ir hacia formatos pedagógicos más amplios y flexibles a partir de la hibridación de distintas modalidades de dictado de clases”.
Son nueve puntos que se implementarán desde el 2022. En la esencia del documento se pondera la realización de actividades presenciales, con especial atención a los estudiantes de los dos primeros años de cada carrera, aunque se deja lugar a la planificación de espacios virtuales en caso de ser necesario.
A partir de esto, las unidades académicas podrán incorporar actividades virtuales asincrónicas y sincrónicas, previa planificación y reglamentación; las actividades curriculares virtuales nunca podrán superar el 50% de la carga horaria total de la carrera, una opción que posibilita que la mitad de la misma pueda ser virtual en caso de que se requiera; y las prácticas tendrán que ser presenciales, salvo casos excepcionales “en los que se haya diseñado una opción pedagógica que permita su realización no presencial y que se cuenta con una razón justificada para no retornar a la modalidad presencial”, se consigna en el escrito.
Además, se podrán planificar clases de consulta, parciales y finales de manera virtual, así como la habilitación de instancias evaluativas finales bajo la misma condición a partir del pedido de las y los estudiantes, siempre que esas instancias no incluyan actividades prácticas que requieran presencialidad.
En tanto, las defensas de tesinas o trabajos finales podrán implementarse bajo modalidad virtual o híbrida “con acuerdo expreso de las comisiones evaluadoras”.
Recibirse desde otro lado
“Entendemos que es mucho lo que construimos en virtualidad en este tiempo y que hay dispositivos que nos permiten derrumbar fronteras que siempre fueron obstáculos para el acceso a la educación”, manifestó Bartolacci.
A ello, añadió: “Hay gente que tiene dificultad para venir a la ciudad a vivir o a estudiar, y hubo estudiantes que tuvieron dificultades para congeniar horarios de estudio y de trabajo. Esta nueva etapa brinda la posibilidad de que mucha gente retome sus carreras, incluso quienes las dejaron durante la pandemia”.
Es por esto que también cobra otro valor la posibilidad de rendir las últimas materias para recibirse, a distancia: “Que en las últimas materias exista el derecho de poder constituir una materia virtual o un examen final es fundamental, porque antes los estudiantes que terminaban de cursar tenían que quedarse en la ciudad, quizás, un año o año y medio de más sólo para rendir. Con esta nueva opción, pueden terminar de cursar y volverse a sus pueblos, o irse donde deseen y terminar la carrera desde allí”.
Sobre la posibilidad que se habilita para que las carreras sean mitad presenciales y mitad virtuales, aclaró que esto queda en manos de cada unidad académica que tiene la potestad de aplicar esta nueva posibilidad.
“Vamos a volver al sistema habitual de presencialidad, esa es la definición madre. Después de eso, incorporamos de manera más estructural un montón de cosas que nos habilitó la virtualidad, que nos permiten derrumbar esas fronteras y tener más dispositivos para afrontar esas contingencias. Pero lo esencial, es la presencialidad; mientras lo complementario será la virtualidad”, concluyó el rector.