La estructura del futuro Hospital Regional Sur ubicado en San Martín y Circunvalación fue literalmente arrasada, y cientos de enormes ventanales destruidos, saqueados y robados, junto a los marcos de aluminio que habían sido colocados para cerrar el edificio. Las cuatro naves de los cuatros pisos que tiene la enorme mole de hormigón presentan un total estado de abandono. Ante esa situación y el daño causado a un proyecto modelo para la salud pública de la región, un grupo de vecinales exigirán urgentes respuestas al gobernador Omar Perotti y al intendente Pablo Javkin a través de una carta documento y de un petitorio público.
Si no fuera porque esta parte del mundo está alejada de los conflictos bélicos, la imagen que devuelve hoy la estructura del futuro Hospital Regional Sur podría asociarse a las secuelas de una guerra. La obra está paralizada hace casi tres años.
En una recorrida que hizo La Capital junto a vecinalistas que se congregaron ayer en el lugar para realizar un abrazo solidario y alertar sobre los permanentes robos y el flagrante descuido del predio, se pudo observar la destrucción total y el faltante de los enormes ventanales (de unos siete metros largo por dos de alto) de casi todo el edificio.
Devastado
Se trata de costosos cerramientos de vidrio templado, algunos dobles y con laminas para tratamiento solar que fueron arrancados de cuajo junto a sus marcos de aluminio. Los patios internos que dividen cada ala están minados de restos de vidrios de ventanas que evidentemente los ladrones no pudieron retirar sanas, y permanecen esparcidos entre medios del yuyal, maderas y hierro retorcido.
La postal es desoladora. Además de los vidrios, la presencia de cientos de grampas y tornillos que sostenían las pesadas celosías, destornilladores, martillos y guantes tirados en balcones o el piso de las cuatro plantas, indican que los maleantes actuaron con herramientas, tiempo y logística para concretar los robos y trasladar los materiales.
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En un mes se llevaron todo. Yo pasaba a trabajar a las cinco de la mañana y veía a la gente robando delante de la policía, que no hacía nada. Es indignante porque este hospital le dará solución a miles de ciudadanos que demandan distintas coberturas de salud en la zona sur de la ciudad y en toda la región”, comentó un muchacho del lugar.
Abrazo vecinal
Al trascender el estado del hospital, referentes de las vecinales de los barrios Pichincha, Plata, Acindar, Las Flores, Carlos Casado y Santa Teresita, entre otros, además de habitantes de Villa Gobernador Gálvez se congregaron ayer en el lugar para visibilizar el malestar por el descuido, la paralización de las obras y la indefinición respecto al futuro de la construcción. A ellos se sumó la concejala Verónica Irizar, del bloque socialista.
La edila habló sobre el valor del futuro hospital en el contexto de la demanda de salud: “Acá había proyectada una maternidad, 280 camas, un hospital escuela para formar médicos, 18 camas de terapia intensiva, al mejor nivel, con 25.700 metros construidos con la mejor tecnología. Se trata del hospital más grande y más moderno de Argentina”.
Una obra que costó $206 millones
Pero lamentablemente la descripción de la legisladora se chocaba con el entorno. Recordó que en la último tramo de la gestión del ex gobernador Miguel Lifschitz se licitó la segunda etapa de la obra. “Era la impermeabilización de la estructura y el cerramiento exterior, con aberturas de aluminio”. Esa obra, recordó Irizar, le costó al Estado 206 millones de pesos.
Una vecina de Las Flores, fue elocuente respecto al descuido. “Hoy cuando llegamos venían y se llevaban perfiles de aluminio delante nuestro. Pensamos que eran vecinos que se acercaban para apoyar el abrazo al hospital. Pero en medio de la nota se llevaron las estructuras”, graficó. Ayer había dos móviles policiales con cuatro efectivos: una camioneta adentro del hospital y un patrullero sobre la colectora.
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Igualmente, los vecinos denunciaron que hace tres meses se retiró la custodia policial, lo cual acentuó la inseguridad del lugar. “Todas las obras deben tener seguridad y custodia. Hace tres meses la sacaron y empezamos a tener denuncias de los vecinos de que se estaban llevando las cosas y cuando vinimos lamentablemente estaba todo desmantelado. Es responsabilidad del Estado provincial mantener la seguridad por hay un daño patrimonio”.
Intimación y petitorio a las autoridades para que "se hagan cargo"
Eduardo Baratucci, de la vecinal Pueyrredón, confirmó que las entidades presentes habían tomado la decisión de mandar cartas documento al gobernador Omar Perotti y al intendente Pablo Javkin. “Queremos que el intendente, el gobernador y el ministra de Salud se hagan cargo, porque es la desidia total”, recalcó Víctor De Batitista, presidente de la vecinal Maradona del barrio Pichincha.
El vecinalista, que también hizo alusión a problemas con la sala de Pediatría del Hospital Centenario, confirmó que además van a lanzar “un petitorio para que firmen todos los rosarinos en defensa de la salud pública, y que se retome el proyecto original del hospital, que avance, se ejecute de forma inmediata. Tenemos programadas una serie de medidas para manifestarlo”.
Mientras un referente de las vecinales de Villa Gobernador Gálvez enarbolaba la bandera argentina y recalcaba la importancia de contar con el hospital para el sur del Gran Rosario, el grupo recorrió indignado y con tristeza distintos espacios del enorme hospital.