"Recorrí la semana pasada varios centros de salud provinciales donde me llegaron quejas de vecinos: uno cerrado, otro en estado de derrumbe desde hace tiempo, a otro le faltan insumos básicos como jeringas, en otro el personal dice que 'hace lo que puede' y no puede respetar los horarios por falta de recursos y personal, en otro más se perdieron vacunas por falta de heladeras. Esto es abandono de la salud pública". La denuncia a viva voz la trasladó este viernes a La Capital la diputada provincial del GEN Mónica Peralta, quien aseguró que la "desidia" recarga la labor de los centros de salud municipales y sus trabajadores.
La legisladora anticipó que la semana que viene se reunirá con el coordinador de los centros de salud del municipio Fernando Vignoni y detalló la crónica de su recorrida.
Al querer ingresar al Centro de Salud 7 de Septiembre, ubicado en Estrada al 8000 de Rosario, se topó por dos carteles amarillos en la puerta que en fibrón rojo decían: "No hay vacunas de ninguna clase y para ninguna edad hasta nuevo aviso" y "Leer: no hay vacuna Covid para adultos hasta nuevo aviso. Gracias". Cuando preguntó a qué se debía esa situación le respondieron que la heladera que conserva los medicamentos está rota hace 20 días.
“Las vacunas son costosas y necesarias, no se puede aceptar que se hayan perdido por falta de refrigeración, más a punto de iniciarse el ciclo escolar y es momento de tener el calendario de vacunación completo", remarcó Peralta.
La legisladora hizo un punteo sobre los problemas existentes: "Existe una demanda cada vez más alta de que los sistemas de salud estén mejor preparados para responder a los retos, así sucedió con el comienzo de COVID 19, en donde las políticas del estado provincial acompañaron la situación sanitaria del momento. Sin embargo, no se ha sostenido en el tiempo provocando un retroceso en el sistema de salud y un gran colapso para la población que reclama poder ser atendida en el centro de salud más próximo de su barrio", remarcó.
Seguidamente, señaló que "hay una política de este gobierno de cerrar los centros de salud porque sí, no se contemplan guardias mínimas u alternativas en casos de problemas edilicios". Aseguró que "hay un 50% de precarización laboral, atrasos en los pagos" y que los problemas edilicios, de electricidad (importantes para la conservación de vacunas) y la falta de insumos "se repiten en cada centro de salud hoy en Rosario y en la provincia". Agregó: "Es urgente resolver los problemas de entrega de medicación cuando se decide cerrar un centro de salud, sobre todo para la población con tratamiento indispensable, como pueden ser los usuarios/as en salud mental".
Finalmente, sumó otro tema, para ella crítico, al referirse a estudios de alta complejidad en un clima de violencia extremo. "Los efectores provinciales dan turnos a la madrugada para realizarse estudios importantes como por ejemplo, tomografías o ecografías, por lo cual las personas se ven más expuestas a la inseguridad al de tener que tomarse hasta 4 colectivos para llegar a destino a un estudio a las 2 de la mañana”, sostuvo.
Otros centros que recorrió fueron el Nº2 Supercemento (con horarios intermitentes) de de barrio Fonavi de Donado al 900, el Empalme Graneros de barrio Los Pumitas, el Libertad, ubicado en calle 1816 al 4400 y el número 30 de Granadero Baigorria (cerrado con peligro de derrumbe).