La automotriz Volkswagen admitió ayer haber instalado también un software para falsear la medición de emisiones contaminantes de motores diésel en al menos 17.057 unidades de la camioneta Amarok, fabricadas en la localidad bonaerense de General Pacheco y comercializadas en todo el mundo.
Así, el escándalo internacional (el "diéselgate") que protagoniza la compañía alemana, que se inició con el descubrimiento de una ONG estadounidense de que la automotriz introdujo un software malicioso que reducía hasta cuatro veces los registros de contaminación cuando la unidad era testeada, desembarcó en la Argentina por primera vez y pone en el ojo del huracán al modelo Amarok, la primera pick up de la historia de Volkswagen que es fabricada en la planta de Pacheco, a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires.
La compañía alemana informó en un breve comunicado divulgado en la ciudad brasileña de San Pablo que los modelos 2011 y algunos de 2012 de esos vehículos fabricados en Argentina están equipados con un sistema que "puede optimizar los resultados" al medir las emisiones en laboratorio.
La firma dijo desde su sede en el gigante sudamericano que está "verificando a través de investigaciones en Alemania la influencia de ese software" en relación a los límites de emisiones establecidos en Brasil, para determinar si éstos fueron o no sobrepasados.
La medida de Volkswagen Argentina alcanza, además de los propietarios locales de las pick up Amarok, a los de los modelos Tiguan, Passat y Vento, todos equipados con los motores EA189. Son 42.716 unidades que cuentan con el software fraudulento en nuestro país.
Debido a las diferentes regulaciones existentes en los distintos países, la situación descripta no necesariamente implica el incumplimiento de la normativa local en materia de emisión de gases contaminantes y que dicho software no afecta en nada el funcionamiento de los vehículos involucrados, que resultan seguros técnicamente y en relación al manejo.
Además, señaló que a partir del primer trimestre de 2016 contactará a los propietarios de los vehículos involucrados y aclaró que la aplicación de ese software no afecta la seguridad de los coches.
Según la compañía, "todos los demás productos de la marca ofrecidos en el mercado brasileño, equipados con motores a gasolina o Total Flex, están de acuerdo con los niveles de la legislación de emisiones".
El mayor fabricante mundial de automóviles desató un escándalo internacional cuando reconoció en septiembre haber instalado un programa de falsificación de las mediciones de emisiones contaminantes en once millones de coches diésel de muchas de sus 12 marcas.
El "diéselgate" estalló en Estados Unidos y se expandió a otras partes del mundo, hizo perder a la empresa miles de millones de euros en la bolsa e infligió un duro golpe a la reputación de Volkswagen, emblema de la industria alemana. El escándalo le costó, además, el puesto al presidente de la compañía, Martin Winterkorn, quien podría afrontar un juicio por estafa.
El dispositivo fraudulento de VW se activa cuando los coches son sometidos a tests de contaminación, con el motor encendido pero sin avanzar.
El engaño le valió a Volkswagen que en Estados Unidos se haya abierto un procedimiento administrativo que podría derivar en una multa de unos 18.000 millones de dólares. Al margen de esto, el hecho de que se produjera un engaño voluntario por parte del infractor puede dar pie a querellas por estafa. En Alemania, la Fiscalía ha abierto diligencias.
Hasta 33 modelos han montado los motores "con trampa" entre 2009 y 2015. En el grupo, las marcas más afectadas, además de Volkswagen, son Audi, Seat y Skoda, que abastecen principalmente los mercados europeo y estadounidense. En Argentina comprende a los modelos Golf, Touran, Passat, Passat CC, Scirocco, Tiguan, Amarok y Beetle.
Experiencia pionera en la planta de General Pacheco
Volkswagen Amarok es la primera camioneta que Volkswagen fabrica en su historia. El modelo de motor delantero longitudinal y tracción trasera, o tracción en las cuatro ruedas y chasis independiente, fue desarrollada durante más de cuatro años en Alemania y Argentina.
Es producida en Latinoamérica en la planta de General Pacheco, desde donde se abastece a México, Oceanía, Sudáfrica y Rusia, ya que desde septiembre de 2010 los modelos que se comercializan en Europa salen de la planta de Hannover, Alemania.
La pick up fue presentada en el país el 22 de diciembre de 2009 en la planta de Pacheco en un evento al que asistieron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de Volkswagen Argentina, Viktor Klima.
La pick up está equipada con motor diésel de alta tecnología que otorga fuerza y velocidad con un bajo consumo. El propulsor 2.0 BiTDI con sistema de inyección directa y dos turbocompresores en serie entrega 122 o 180 CV y un torque de 340 Nm o 400 Nm según la versión . Esta tecnología deriva de las motorizaciones de los camiones pesados, y con 7,9 litros cada 100 kilómetros y las emisiones de CO2 son de 206 g/km (según registros del software cuestionado). Con un tanque de combustible de 80 litros puede recorrer más de 1.100 kilómetros.
La Amarok dispone de un sistema de tracción que le permite superar pendientes de 45 grados de inclinación con una tonelada de carga en la caja.