Uruguay abrió ayer el registro de consumidores de marihuana legal, producida por privados bajo control del Estado, en el paso final para implementar la regulación total del mercado del cannabis, constataron periodistas de la agencia de noticias AFP.
Uruguay abrió ayer el registro de consumidores de marihuana legal, producida por privados bajo control del Estado, en el paso final para implementar la regulación total del mercado del cannabis, constataron periodistas de la agencia de noticias AFP.
Es "un paso grande en la evolución como ciudadano"; Uruguay está "innovando a ver si esto da resultados", opinó Marcos Ferreira, de 41 años, trabajador del sector turístico, al terminar el proceso de registro en la oficina central de correos, ubicada en el céntrico barrio de Ciudad Vieja, en Montevideo. Antes de la apertura del local, Yamila, de 26 años, empleada en una tienda, inauguraba la fila para el registro.
El mecanismo de venta en farmacias previsto en una ley aprobada en 2013, "es mejor, más eficaz y más seguro", manifestó la joven.
"Acá se iba a buscar la marihuana a cualquier lugar" y "no sabías qué te estaban dando", sostuvo. Además, la droga "vale menos de la mitad que en el mercado negro", añadió Yamila, que no quiso dar su apellido. El precio de venta de la marihuana en farmacias locales será de 1,30 dólar por gramo, y cada consumidor tendrá derecho a comprar hasta diez gramos por semana de la droga para uso recreativo.
Uruguay aprobó una ley de regulación del cannabis, que habilita tres mecanismos para acceder legalmente a la droga: el autocultivo en hogares, el cultivo cooperativo en clubes y la venta de marihuana producida por privados controlados por el Estado a través de farmacias, última etapa que resta para implementar la norma en un 100%. Los consumidores deben optar por un mecanismo a su elección.
El gobierno espera que en 60 días la marihuana producida por dos empresas privadas en terrenos públicos con seguridad perimetral estatal, esté disponible para comercialización, en un inédito mecanismo que según las autoridades apunta a combatir el tráfico ilícito. "Ahora puedo ir de forma independiente a una farmacia y pedir el producto", festejó Yamila quien, al salir del correo, exhibió para las cámaras el boleto en el que figura su inscripción.
El procedimiento de inscripción es sencillo. Más allá de algunos problemas técnicos al inicio, en las oficinas de correo visitada por la AFP las inscripciones se realizaban normalmente. El consumidor debe presentar su documento de identidad y un comprobante de residencia. Los funcionarios anotan al interesado sin tomar copias de los documentos, y le toman sus huellas digitales. Luego de un sondeo para trazar el perfil del comprador, le entregan dos comprobantes en los que no aparecen nombres, ni datos de identidad, apenas un "número de cliente" y la mención "registro de cannabis".
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