El español Pablo Pineda es diplomado en magisterio y acaba de ofrecer su primera
clase en un colegio de Montemayor, en la provincia andaluza de Córdoba. Esto sería muy común si no
fuera porque Pineda nació con síndrome de Down y porque este joven de 34 años se destaca por ser el
primer titulado universitario de la Unión Europea (UE) con esta alteración genética, lo que le
convierte en un ejemplo de superación.
Y él lo sabe. "Podemos alcanzar lo que nos propongamos", declaró al final de su
primera clase en el colegio Miguel de Cervantes, en la que, como docente invitado, explicó a una
veintena de alumnos de sexto de primaria —uno de ellos también con síndrome de Down—
cómo se hace una película.
Pineda es un experto en el tema porque protagoniza el filme "Yo también", rodado
a finales del año pasado en Sevilla y Madrid y coproducido por el director Julio Médem ("Lucía y el
sexo").
En la película, parcialmente inspirada en su propia vida, Pineda encarna a
Daniel, un trabajador social con síndrome de Down que se enamora de su compañera Laura, papel que
interpreta la actriz Lola Dueñas, ganadora del Premio Goya por "Mar adentro", de Alejandro
Amenábar.
"Me parece que la película es revolucionaria porque muestra asuntos que hasta
ahora eran desconocidos y porque se ven aspectos del síndrome de Down que nunca han salido a la
luz. Temas como la afectividad, la sexualidad o el mundo de los sentimientos están muy bien
tratados", declaró Pineda sobre la cinta.
Anteriormente había aparecido en la televisión en un anuncio publicitario de la
Obra Social de Caja Madrid a favor de la integración de los discapacitados con el lema "Sí, podemos
conseguirlo", consigna inspirada en el "Yes, we can" (Sí, podemos) utilizado por Barack Obama en la
campaña electoral de Estados Unidos.
"Se trata de romper moldes continuamente y de luchar para demostrar a la
sociedad que se pueden hacer muchas cosas con síndrome de Down", dice Pineda, natural de
Málaga.
Ese es el mensaje que trasladó también a los casi 400 alumnos del colegio de
Montemayor, que en una iniciativa lanzada por el director del centro, Antonio Cantos, decidieron
por unanimidad que este joven universitario les impartiese clase durante unos días.
Pero Pineda sabe que lo tiene difícil, pese a su titulación como profesor y pese
a que sólo le faltan cuatro asignaturas para acabar una segunda carrera universitaria, la de
psicopedagogía. "La gente sigue teniendo miedo a las personas con síndrome de Down, a que sean
maestros o a que sean novias o novios de sus hijos", se lamentó.
Muchos, además, siguen pensando que se trata de una enfermedad, cuando en
realidad el origen está en un error congénito que causa la presencia de un tercer cromosoma en la
pareja cromosómica 21. Las características clínicas de esta alteración fueron descritas por vez
primera en 1866 por el médico británico John Langdon Haydon Down —de allí el nombre—,
pero sus causas fueron descubiertas recién en 1958, por el genetista francés Jerome Lejeune.
Jorge Volgelsanger
DPA