Un hombre de 52 años falleció de un infarto luego de que tratara de desalojar a cerca de 600 jóvenes que habían sido convocados por su hija a través de las redes sociales a una fiesta en su casa ubicada en la ciudad cordobesa de Villa Allende.
Un hombre de 52 años falleció de un infarto luego de que tratara de desalojar a cerca de 600 jóvenes que habían sido convocados por su hija a través de las redes sociales a una fiesta en su casa ubicada en la ciudad cordobesa de Villa Allende.
El hecho ocurrió en calle Rosa de los Vientos, en la zona alta de barrio Villa Allende Golf, donde la hija del propietario había convocado a la fiesta.
Al evento acudieron cerca de 600 chicos, de entre 13 y 16 años, quienes comenzaron a llegar en forma masiva por la madrugada, mientras el dueño de la casa intentaba detenerlos para que no ingresara más gente.
Felipe, uno de los hijos del hombre fallecido, relató: "Se esperaba al curso de mi hermanita para festejar un cumpleaños, y empezaron a caer cada vez más chicos, se metieron a la casa, saltaron alambrados, eso produjo nervios en mi familia". Agregó: "Cuando (los chicos) ingresan al domicilio, que no estaba permitido, los quieren sacar. En un principio habíamos dicho que no se podía meter alcohol y vinieron con alcohol. Esto provocó un momento de tensión que (mi papá) no pudo aguantar", concluyó entre lágrimas Felipe.
La esposa. En tanto, la esposa del difunto, de nombre Marta, manifestó: "No es la primera vez que se hacía una fiesta en mi casa. Preferíamos eso antes que los chicos anden por la calle. A alguno de los chicos se le ocurrió hacer una invitación abierta. No sabemos qué paso después. La fiesta era para 100 personas, pero había 600", dijo.
La mujer, cuya identidad prefirió reservar, aclaró que en el lugar no hubo disturbios y que el problema fue controlar a los 600 chicos. "Había bebidas alcohólicas. Algunos estaban pasados, pero eran pocos", admitió.
"Cuando se hizo la hora de que terminara la fiesta, no se iban. Mi marido los empezó a echar con mis hijos. Se puso nervioso. Pobrecito, él ya venía enfermo", explicó. En ese sentido señaló que la fiesta fue "un detonante" de la muerte de su esposo porque "él me dijo que se sentía mal y que en cualquier momento partía", por lo que ella el domingo pasado había marchado a San Nicolás para pedirle a la Virgen del Rosario por la salud de su esposo.
El secretario de Seguridad de Villa Allende, Daniel Aguirre, describió que una "multitud" de jóvenes dificultaba el ingreso y que el dueño de casa se desmayó en el living después de discutir con un chico.
El secretario municipal Aguirre comentó que "tipo 1.30 (de la madrugada del lunes) empezaron a llegar adolescentes. Se les fue de las manos, se le descontroló totalmente", respecto al propietario.
El hombre "se descompuso y lo llevaron hacia el interior" de la casa, especificó el funcionario.
Cuando llegó una ambulancia a la casa, "la persona estaba desvanecida. Fue un saldo fatal, no hubo posibilidades, se hicieron todos los intentos", agregó Aguirre.
Los paramédicos realizaron maniobras de reanimación durante 45 minutos pero el hombre ya había fallecido.
"Aparentemente esta chica le pide la casa al padre para organizar una fiesta. No era un cumpleaños común, habían invitado por Facebook a una cantidad de gente", contó el intendente Romero,.
El intendente de Villa Allende . el golfista Eduardo "Gato" Romero, elegido por Cambiemos el año pasado, señaló que se enteraron de la fiesta cuando fue el llamado a Emergencias, ya que era una convocatoria clandestina vía redes. Según el jefe comunal: "Un vecino llama al padre a decirle que había mucha gente. Otro vecino llama a Seguridad Ciudadana y empieza a levantar un acta, porque es una fiesta clandestina".
"En ese interín llega el padre y los chicos empiezan a cantar: «No nos vamos nada» y al padre le da un ataque y pasa lo que pasó", relató Romero.
El WhatsApp. El mensaje que se viralizó por WhatsApp de la convocatoria decía: "24/09 -De 10 a 5 de la mañana -Dirección por privado -Límite 600 personas -Con lista; $10 la entrada; con DNI; mayores de 17 no pasan; traigan algo para tomar; se reserva el derecho de admisión de la casa".
La joven había pedido permiso para realizar una fiesta de cumpleaños con unas 30 personas, pero tras la convocatoria por redes sociales la fiesta se masificó y muchos de los jóvenes se descontrolaron producto del alcohol que había en el lugar.