Un quiropráctico de nacionalidad armenia de 37 años fue asesinado ayer en el barrio porteño de Retiro cuando intentaron robarle mientras andaba en bicicleta con un amigo. Tras el crimen, la Policía de la Ciudad detuvo a un chico de 15 años armado.
Un quiropráctico de nacionalidad armenia de 37 años fue asesinado ayer en el barrio porteño de Retiro cuando intentaron robarle mientras andaba en bicicleta con un amigo. Tras el crimen, la Policía de la Ciudad detuvo a un chico de 15 años armado.
El hecho ocurrió minutos después de las ocho en el cruce de la avenida Madero y San Martín, a una cuadra y media del ingreso a la Villa 31 y a metros del Hotel Sheraton. Allí, la víctima paseaba junto a otro amigo cuando fue sorprendido por el asaltante.
Dmitri Amiryan, de 37 años, fue abordado por el delincuente cuando se separó un instante de su compañero. Luego de un forcejeo, recibió un disparo a la altura del cuello.
Tras el ataque, la Policía de la Ciudad detuvo a un sospechoso de 15 años, que fue interceptado cuando intentaba escapar del lugar. Al momento de la aprehensión le encontraron un revólver calibre .32 entre sus pertenencias.
El chico es inimputable y, según fuentes policiales, lo habían demorado al menos otras cuatro veces este año por robo. Todas las veces que lo demoraron fue por delitos contra la propiedad y las causas se tramitaron en los Juzgado Nacionales de Menores Nº 2 y Nº 6.
Amiryan era un quiropráctico muy reconocido en la zona de Núñez, especializado en el tratamiento de patologías vinculadas a la columna vertebral. Tenía un hijo armenio que actualmente vive en el exterior. Y, otro en Argentina, de dos años. Estaba separado desde hacía alrededor de 12 meses y a cargo de sus padres.
Sus pacientes destacaban su formación para el tratamiento de afecciones de espalda. Entre las personalidades que había tratado estaban la ex ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, la modelo Karina Jelinek y ex boxeador Jorge “Acero” Cali.
Según contaron sus allegados, era “un obsesivo de la seguridad”. En su casa, en Núñez, contaba con alarma y había puesto cadenas en la reja de entrada, adonde una vez habían saltado para robarle una bicicleta. También, alambre con voltaje.
El secretario de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, confirmó que “a 100 metros había un policía, por eso rápidamente se lo pudo capturar con el arma homicida”. En principio, los investigadores sospecharon que podría haber dos cómplices, pero luego los descartaron.