Un pasajero que volaba en un avión de una empresa uruguaya realizó una denuncia por amenaza de bomba el pleno vuelo porque sospechó de un hombre de religión judía que rezaba, lo que obligó a que el piloto de la aeronave aterrizara en emergencia en Montevideo, donde se ordenó el cierre del aeropuerto de Carrasco por una hora.
El incidente ocurrió ayer a la mañana en un vuelo de la empresa Alas Uruguay que partió desde el aeroparque Jorge Newbery hacia Montevideo, cuando un pasajero, momentos antes del embarque, realizó una denuncia ante la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) porque observó a otro pasajero con una actitud sospechosa.
La denuncia refirió que el hombre "llevaba un atuendo religioso y estaba rezando", según comentó el gerente de aeropuertos de Alas Uruguay, Sergio Riolfo.
La PSA realizó un control de seguridad adicional y, al no encontrar nada anormal, autorizó el embarque y el vuelo despegó nada más que con 15 minutos de retraso.
Pero una vez en el vuelo el pasajero insistió y volvió a quejarse a la tripulación de que el hombre denunciado "tenía cables conectados en su cuerpo" y sus actitudes era "extrañas".
La tripulación comprobó que se trataba de una persona de religión judía y que se encontraba rezando en el momento en que surgió el altercado.
Pese a las explicaciones brindadas por la tripulación y en contra de las normas de seguridad de vuelo, el pasajero llamó desde su celular al 911 de Argentina y alertó por la existencia de una bomba a bordo.
Al producirse el llamado, el Boeing 737 de la empresa Alas se declaró en "emergencia" siguiendo el protocolo de seguridad de navegación aerocomercial y aterrizó en esa condición en el aeropuerto de Carrasco.
El piloto puso la situación en conocimiento de los pasajeros una vez que el avión aterrizó sobre la pista y se impartieron las instrucciones para la evacuación ordenada de la aeronave.
El aeropuerto de Carrasco se mantuvo cerrado por alrededor de una hora, hecho que provocó el retraso de dos vuelos de Aerolíneas Argentinas, uno que se encontraba en Montevideo y debía retornar a Buenos Aires y otro que debía partir de Ezeiza.
Las autoridades de Uruguay le tomaron declaración a los 93 pasajeros y a la tripulación debieron prestar declaración a las autoridades y ahora se inició una investigación que puede derivar en una causa penal contra la persona que realizó la denuncia, por entender que puso en riesgo a la tripulación y a los pasajeros al promover una situación de emergencia por causas inexistentes.
De acuerdo a lo informado por el cuerpo de bomberos del aeropuerto de Carrasco, no se encontró ningún elemento extraño en el avión ni en ninguno de los pasajeros.