Un tribunal de Corea del Sur suspendió ayer la pena de prisión impuesta a una ex ejecutiva de Korean Air cuya rabieta por una bolsa de nueces a bordo de un avión retrasó un vuelo el año pasado, poniendo fin de inmediato a su encarcelamiento.
Un tribunal de Corea del Sur suspendió ayer la pena de prisión impuesta a una ex ejecutiva de Korean Air cuya rabieta por una bolsa de nueces a bordo de un avión retrasó un vuelo el año pasado, poniendo fin de inmediato a su encarcelamiento.
Cho Hyun-ah, hija del presidente de la aerolínea, no violó las normas de seguridad del vuelo cuando ordenó que jefe de tripulación de cabina que regresara a la puerta de embarque del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York el pasado 5 de diciembre, según el Tribunal Supremo de Seúl.
El alto tribunal condenó a Cho a 10 meses de prisión y después suspendió la pena durante dos años. Fue declarada culpable de agresión. Un tribunal menor la había condenado antes a un año de cárcel y estaba presa desde su detención en diciembre.
Cho adquirió notoriedad mundial cuando se enojó porque una azafata de primera clase le sirvió nueces de macadamia en una bolsa en lugar de en un plato. La directiva, que en ese momento era responsable del servicio de cabina de la aerolínea, tuvo una confrontación acalorada y física con los miembros de la tripulación.
A medida que el avión estaba rodando a la pista del aeropuerto de Nueva York con destino a Seúl, Cho, sentada en primera clase, se enfureció después de una asistente de vuelo le sirvió algunas nueces en una bolsa. Primero arremetió contra el mayordomo de vuelo sobre el comportamiento de su personal de cabina y luego ordenó al comandante del avión que regresara a la puerta de embarque para expulsar a la azafata cuestionada.
Cho, de 40 años, salió ayer del juzgado inclinando su cabeza y escondiendo la cara entre las manos mientras los medios le pedían a gritos unas palabras.
El incidente desató la polémica en un país donde la economía está dominada por conglomerados familiares conocidos como chaebol, que a menudo operan por encima de la ley.
El tribunal de primera instancia había condenado a Cho por obligar a un cambio de ruta en un vuelo, obstruir el desempeño del capitán del avión en sus funciones, obligar a un miembro de la tripulación (la aeromoza que le sirvió las nueces) a abandonar intempestivamente la aeronave y asaltar a otro.
Fue hallada inocente de interferir en una investigación del Ministerio de Transporte sobre el incidente. Cho se declaró no culpable y la fiscalía había pedido para ella tres años de cárcel.
La ley de seguridad de la aviación pretende regular actos altamente peligrosos como secuestros. Pero el alto tribunal dijo ayer que las acciones de Cho no supusieron una gran amenaza para la seguridad, y que la vuelta del avión que aún no había despegado no era forzar un cambio en la ruta del avión.
Kim Sang-hwan, jefe del panel de tres jueces de la corte, dijo que aunque Cho empleó violencia contra miembros de la tripulación, debe dársele una segunda oportunidad. El magistrado citó además su “cambio interno” desde que comenzó a cumplir su pena de cárcel como uno de los motivos para rebajar su sentencia.
El tribunal tuvo también en consideración que Cho es madre de unos gemelos de 2 años y que nunca antes había cometido ningún delito. La directiva renunció a su puesto en la aerolínea.
“Parece que tendrá que vivir bajo el estigma de las fuertes críticas de la sociedad”, señaló Kim.