Con 40 años, Matías Lammnens se distingue como el más joven de los ministros del equipo de Alberto Fernández. Llegó a la política grande saltando desde un club de fútbol de Buenos Aires, San Lorenzo de Almagro. Aunque no comprometió el triunfo de Cambiemos, cumplió un papel digno como candidato del Frente de Todos por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Porteño de ley, nacido y criado, formado en el Colegio Nacional de Buenos y luego, abogado de la UBA. Alberto lo llevó a su equipo, sin saber que lo esperaba la pandemia, una de cuyas víctimas económicas principales es el turismo.
—Tendremos que organizarnos, y aprender: una nueva normalidad donde la temporada de verano será parte. Todo esto hasta que llegue la vacuna. La temporada será diferente porque no tendrá grandes aglomeraciones. Si los prestadores y los turistas cumplen con los cuidados no tenemos que tener riesgos.
—Asegura que no habrá aglomeraciones, ¿cómo harán si, por caso a Mar del Plata, deciden viajar un millón de personas en la misma quincena?
—Vamos a reforzar la capacidad sanitaria de los destinos, para que no tengamos desborde; vamos a llevar el programa Detectar, para aislar rápido a las personas contagiadas. Y vamos a agregar un semáforo para cada lugar, con verde, amarillo y rojo, según la ocupación y situación epidemiológica. El semáforo se establecerá desde el Ministerio de Salud con información de los municipios.
—¿Dónde y cómo reforzarán los sistemas de salud de los centros turísticos? Porque los sitios de veraneo no se caracterizan por tener centros de salud muy sólidos.
—Se agregarán 13 hospitales modulares: Mar del Plata, partido de la Costa, Gesell–Pinamar, dos en Córdoba y las Grutas (Rio Negro), entre otros. No hay imprevisión, y todas las medidas apuntan a evitar que sature el sistema sanitario.
—Si una familia se contagia de coronavirus lejos de su casa, de vacaciones, ¿qué actitud debe tomar?
—El protocolo dice que se recomienda volver a su lugar de residencia por sus propios medios. También estamos viendo la posibilidad de ofrecer un seguro que se haga cargo en el caso de contagio, para que lo retorne a su ciudad, o para atención médica en destino.
—¿Si el turista tiene síntomas, podría volver de todos modos, contagiado, en su auto a su ciudad?
—Sí, en su auto sí, mientras no esté internado, porque funciona como una cápsula. No podría volver en transporte público
—¿Y qué tendrá de diferente –respecto de otros años– la decisión del turista de ir a determinado sitio, cuándo ir, cómo ir? ¿O simplemente el turista se sube a su auto y decide libremente a dónde va?
—Nosotros le vamos a pedir al turista que cargue el destino al que decidió ir en una aplicación, para controlar los flujos, nada más. Para prevenir por lo volúmenes de desplazamientos. Pero, en principio, no habrá ninguna limitación.
—¿Los gobiernos provinciales qué intervención podrán tener en relación a los flujos de turistas? Tal vez alguna provincia quiera recibir turistas y otra no, de acuerdo a la situación sanitaria.
—Los gobernadores siempre tienen decisión sobre eso, la Argentina es un país federal. Ya pasó con las provincias cuando establecimos los protocolos. Todos firmaron el mismo protocolo. Será lo mismo ir a cenar en Rosario, en Bahía Blanca o en La Quiaca.
—¿Y los hoteles qué exigencias tendrán para poder abrir?
—Será estricto, y a la vez cumplible. Algo lógico, de sentido común, no a los lugares comunes, no al desayuno colectivo, y mucha higiene y distanciamiento. No hay secretos.
—Respecto del alquiler de casas de temporada, ya se escuchan quejas por precios excesivos, ¿qué intervención tendrán para evitar abusos?
—Tenemos un ojo puesto en eso, y habrá un trabajo con la Secretaría de Comercio Interior, con Paula Español. El programa de "previajes" que lanzamos hace una semana está funcionando muy bien, pero está por verse si tendremos una gran temporada. Desde el gobierno lo estamos empujando mucho.
—¿Cómo funciona el programa "previajes", de compra anticipada para 2021, con devolución del 50 por ciento para aplicar en el mismo rubro?
—Lo vemos como súper interesante en términos de reactivación, estamos invirtiendo 15 mil millones de pesos en eso, directamente a un sector que viene facturación cero desde hace siete meses. Consiste en que a los paquetes turísticos comprados antes de fin de año, para usarse durante el 21, se les devolverá el 50 por ciento de lo gastado con una tarjeta del Banco Nación. Las facturas por gastos (transporte, hoteles, gastronomía, excursiones) se cargan en una página del Ministerio de Turismo –previajes.gob.ar– y automáticamente genera un crédito por la mitad de lo gastado para usar también durante el año 21, en el mismo viaje o en otro viaje, o en la ciudad de residencia. Si una familiar de Rosario se va a Iguazú y gasta 100 mil pesos, después obtendrá 50 mil para gastar en el mismo viaje o en otro, o para salir a cenar en Rosario durante el año.
—¿La contratación del viaje que luego genera el crédito, puede hacerse de manera directa (hotel, viaje de avión o micros, excursiones) o es necesario hacerlo mediante un agente de turismo?
—Puede hacerse de un modo directo. Se carga la factura del hotel y de los pasajes – entre otros– y se genera automáticamente el crédito. No es necesaria la intermediación. El sistema no alcanza al gasto de combustible del particular (la nafta del auto no está incluida en el programa).
—La temporada de verano, ¿cuándo empieza y de qué depende?
—Depende de varias cosas, en especial el calendario escolar. Si pudiéramos adelantar la temporada, mejor, porque a mas tiempo, menos concentración de gente en los destinos. No vemos un escenario, por ahora, de una temporada explotando, y además iremos midiendo el flujo en cada caso.
—¿Cómo define la expectativa entonces?
—Dentro de un escenario durísimo, la expectativa es maravillosa, el sector lo espera.