Treinta y cinco años después de la guerra de Malvinas, 88 familias de caídos en el conflicto que enfrentó a la Argentina con el Reino Unido en 1982 cierran el año con una cuenta pendiente menos, luego de que el gobierno argentino les comunicara la precisa ubicación de los restos de su ser querido enterrado en el cementerio de Darwin.
El proceso que derivó en la identificación comenzó el 2 de abril de 2012, cuando la expresidenta Cristina Kirchner anunció que le había pedido al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que interceda ante el Reino Unido para facilitar la identificación de las 121 tumbas de soldados que permanecían sin nombre en Darwin, solo con la placa "Soldado argentino solo conocido por Dios".
Pero fue recién en diciembre de 2016, apenas asumido el gobierno de Mauricio Macri, que los gobiernos de Argentina y Reino Unido alcanzaron un acuerdo y firmaron un comunicado conjunto en el que dieron cuenta de un entendimiento para "hacer todo lo posible" en pos de identificar los restos sepultados en Darwin.
Para el gobierno de Macri, el objetivo vino a saldar una deuda histórica, en el camino de cerrar heridas y llevarle paz a los familiares de los caídos.
"Con Malvinas hubo muchos años de ausencia del Estado y éste es un paso que nos eleva como sociedad. Durante años, la sociedad no supo abrazar a sus soldados. Hoy, desde la política, pero sin ninguna utilización ideológica sino solamente desde el derecho humanitario, venimos a saldar una deuda histórica", interpretó el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que fue el funcionario encargado de llevar adelante el proceso con los familiares.
Del consenso entre ambos países surgió el denominado Plan del Proyecto Humanitario (PPH), por el cual se encomendó al CICR la tarea de identificar los restos de los soldados.
Entre el 20 de junio y el 7 de agosto de este año, un equipo de catorce especialistas forenses -provenientes de Argentina, Australia, Chile, España, México y Reino Unido- viajó a Malvinas, donde exhumó, analizó, obtuvo muestras y documentó cada uno de los restos mortales sin identificar.
Luego de un cuidadoso análisis realizado en una morgue equipada con alta tecnología, instalada provisoriamente en Darwin, cada uno de los cuerpos exhumados fue colocado en un nuevo féretro y sepultado en su tumba original el mismo día de su exhumación.
Finalmente, el 1 de diciembre en su sede central de Ginebra, el CICR entregó al gobierno argentino el informe final, en el que precisaba que había logrado la identificación de 88 de las 121 tumbas de soldados caídos en Malvinas que permanecían sin nombre desde la guerra de 1982.
"Es un momento histórico y trascendente que ayuda a cerrar heridas y darle paz a las familias" de quienes combatieron en las islas, destacó Avruj, desde Ginebra a donde viajó por pocas horas para recibir el informe.
De inmediato, regresó a Buenos Aires para comenzar un proceso de entrevistas individuales con cada familia que recibió, entre llantos y emoción, el informe con el resultado de los análisis de ADN, un proceso que se extenderá hasta mediados de enero, y que culminará con la organización de un viaje a las islas.
La identificación de los 88 cuerpos se logró sobre la base de analizar 121 tumbas y 122 cuerpos que fueron exhumados en Darwin -de las 230 tumbas que hay en total- y su cotejo con la muestra de ADN que aportaron unas 107 familias que dieron su consentimiento para que el proceso se realizara.
Además de las entrevistas con los familiares en el Archivo General de la Nación, que funciona en el predio de la exEsma, equipos interdisciplinarios viajaron a provincias como Chaco y Corrientes, donde viven muchas de las familias, para llevarles la información personalmente.
Es que, por razones de salud o edad avanzada, no todos los familiares pudieron trasladarse a Buenos Aires y transitar la carga emocional que implicaba recibir esa información.
La próxima etapa del proyecto será organizar un viaje humanitario de los familiares al cementerio de Darwin, "bajo el paraguas también de la Cruz Roja", para colocar las placas identificatorias a las tumbas que desde 1982 permanecen con la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios".