“Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto”, rezaba la nota de Alana, la gemela argentina que perdió la vida en Barcelona tras precipitarse al vacío y que había solicitado a su entorno que la llamaran Iván, porque sentía que era un niño.
El Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OCH), en España, calificó a la muerte de la niña de 12 años como un “asesinato social”, luego de que saltara del tercer piso del edificio donde vivía junto con su hermana, que resultó herida y continúa internada.
“Es una noticia que nos desgarra el corazón, un niño trans de 12 años se suicida en Sallent”, posteó el Observatorio en sus redes sociales, y opinó que fue “una muerte marcada por la intolerancia, el bullying, la transfobia. Enviamos todo el calor al entorno de Iván y nos ponemos a disposición en caso de que se solicitara acompañamiento psicosocial y jurídico”, ofrecieron desde el Observatorio.
Cinco días antes de que las gemelas cayeran desde el tercer piso en el que vivían con sus papás y su hermano de 10 años, España aprobó, en medio de polémicas, la ley trans que permite el cambio de sexo a partir de los 16 años.
La ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI —sigla que engloba a lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales— establece que, a partir de los 16, se puede cambiar el sexo en el Registro Civil sin requisitos terapéuticos.
La nueva ley trans le hubiera permitido a Alana, aún con 12, cambiar su nombre en su DNI.
Según han filtrado varios medios, como el diario El Mundo, en las cartas de despedida que dejaron las pequeñas aludían a la falta de comprensión de querer transitar al género masculino.
“Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto”, rezaba la nota. “Yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir”, añade.
En su mensaje, Leila, su hermana, habría dejado escrito: “Disculpas a todos, ustedes saben de lo que yo amo a mi hermana, yo vi todo el bullying que sufre ella, voy a hacer lo que ella decida. La voy a acompañar donde ella quiere”.
Las cartas se hallan en posesión de los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana, que no ha querido confirmar la veracidad del contenido de las notas.