La población mayor igualará o superará en 2025 a la población activa, ya que en
los últimos 25 años la esperanza de vida se incrementó en 17 años, según datos del Ministerio de
Salud de la Nación. La misma se halla en los 73 años para los hombres y en los 80 para las
mujeres.
"Los países más desarrollados tienen un aumento del promedio de vida superior al
resto, y la Argentina en este sentido se comporta como un país desarrollado, lo cual es bueno
porque las personas mayores viven más pero hay que garantizar que lleguen en las mejores
condiciones", dijo el médico Marcelo Alvarez.
El especialista preside el comité ejecutivo de la Primera jornada de
envejecimiento y salud, que se realizará mañana en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires.
En Argentina se estima que para 2025 la población de personas de 80 años y más
crecerá un 13 por ciento respecto de la cifra de 2010, acorde a las proyecciones demográficas. Las
cifras oficiales dan cuenta de que hay más de cinco millones de personas mayores de 60 años y de
éstos cerca de un millón y medio pasan la barrera de los 75.
El constante aumento de personas mayores es un fenómeno que se produce a nivel
mundial y que desde hace 50 años los especialistas vienen anunciando con preocupación por el
desbalance en el plano económico que se produciría si hay más población pasiva que activa. En
tanto, en el ámbito de la salud, este fenómeno también producirá efectos en el sistema sanitario
que aún, según especialistas del área, no se han evaluado.
"Se necesita una mirada diferente, pero que involucre a todos los sectores,
desde la familias, la sociedad, el Estado", señaló.
El especialista recordó que "todos vamos a llegar", enfatizó que "es necesario
tomar este tema con la mayor responsabilidad" y planteó la necesidad de que exista "un programa
nacional respecto de la prevención y atención primaria de la salud, para prevenir que muchas
personas tengan dependencia en el futuro".
"Nuestra propuesta es incentivar que la Argentina adopte una política de Estado
y nos sentemos todos los sectores a conversar y diseñar una política sanitaria", dijo Alvarez, para
quien "no se está previendo esto que se viene, y no se le puede pedir todo al Pami (la obra social
de los jubilados)".
Políticas públicas. Alvarez aseguró que las universidades como formadoras y
capacitadoras de profesionales también tienen que cumplir un rol activo, por lo que propone generar
un nuevo espacio para debatir y sugerir políticas públicas. En los fundamentos de esta jornada
sobre envejecimiento se especifica que las personas mayores, sobre todo desde los 75 años, se
encuentran en un estado de riesgo producido por la fragilidad, fundamentalmente biológica, y
vulnerabilidad.
Esta fragilidad "es producto por un lado de las condiciones sociosanitarias
vinculadas a la dependencia, y por otro, de la falta de una política sanitaria para el sector que
contemple un criterio universal de ingreso al sistema de salud". No obstante, actualmente "se
cuenta con un sistema fragmentado de atención en la que la asistencia pública, la seguridad social
y el sistema prepago tienen criterios heterogéneos para la atención de estas cuestiones".
Uno de los aspectos centrales que se analizarán en el encuentro es "el rol de la
Universidad frente a las nuevas demandas de atención en la salud a causa del envejecimiento
poblacional". l (Télam y DyN)