El hecho de que el asesino de la masacre de Uvalde, Texas, pudiera comprar dos fusiles semiautomáticos AR-15 días después de cumplir 18 años pone de manifiesto que en EEUU es mucho más fácil comprar fusiles que pistolas. El asesino de los niños no hubiera podido comprar una pistola: para esta arma se exige tener 21 años. No así para adquirir el temible fusil semiautomático AR-15 usado por el asesino de Uvalde y también en decenas de otros “tiroteos masivos” en EEUU. Es la versión civil del fusil de asalto que usan el Ejército de EEUU y los Marines.
Según la ley federal, los estadounidenses que compran pistolas a distribuidores autorizados deben tener al menos 21 años, lo que habría impedido al pistolero de Uvalde comprar este tipo de arma.
Tras la masacre del martes en la escuela primaria Robb, un número creciente de legisladores en Texas y en otros lugares están pidiendo que la edad mínima para comprar rifles de asalto se eleve de 18 a 21 años. Pero para esto sería necesario deshacer casi dos siglos de regulaciones más permisivas sobre las “armas largas”, señala el diario Texas Tribune. “Es algo que podría ocurrir a nivel estatal o federal, pero no veo movimiento en ninguno de los dos frentes”, comentó Sandra Guerra Thompson, profesora de derecho penal en la Universidad de Houston.
Solo seis Estados —Florida, Washington, Vermont, California, Illinois y Hawai— han aumentado la edad mínima de compra de armas largas a 21 años, según el Centro Legal Giffords. La mayoría lo hizo tras la masacre de 2018 en Parkland (Florida), donde un agresor de 19 años mató a 17 personas en un colegio secundario.
Varios estados se han enfrentado desde entonces a desafíos legales. La Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) intentó derogar la ley de Florida. “La prohibición infringe el derecho de todos los jóvenes de 18 a 20 años de edad a comprar armas de fuego para el ejercicio de sus derechos de la Segunda Enmienda, incluso para la autodefensa en el hogar”, argumentó la NRA en una presentación judicial. “La prohibición no sólo limita el derecho, sino que lo anula”. Los abogados del gobierno argumentaron que debido a que “los jóvenes de 18 a 20 años son especialmente propensos a participar en comportamientos impulsivos, emocionales y de riesgo que ofrecen recompensas inmediatas o a corto plazo, trazar la línea para la compra legal de armas de fuego a los 21 años es un método razonable para mejorar la seguridad pública”. Un juez federal confirmó la ley el año pasado, pero la NRA la ha apelado. Un Tribunal de Apelación dictaminó recientemente que la versión de la ley de California era inconstitucional, aunque mantuvo una disposición que exige a los adultos menores de 21 años obtener una licencia de caza antes de comprar un rifle o una escopeta.
Tras el tiroteo de esta semana en Uvalde, los legisladores de Nueva York y Utah también pidieron que elevaran a 21 años el límite de edad para la compra de armas largas. La senadora estadounidense Dianne Feinstein presentó una ley federal a principios de este mes, menos de una semana antes del tiroteo de Uvalde, que elevara la edad mínima para comprar armas “de asalto” a 21 años desde los 18; la demócrata californiana dijo que era en respuesta al ataque racista de Buffalo en el que murieron 10 personas de raza negra. El pistolero también tenía 18 años, pero en lugar de morir abatido se entregó a la policía. “No tiene sentido que sea ilegal que un menor de 21 años compre un arma de mano o incluso una cerveza, y sin embargo pueda comprar legalmente un arma de asalto”, alegó Feinstein.
Texas
En cuanto a Texas, tiene uno de los regímenes de tenencia y portación de armas más permisivos de Estados Unidos. Desde el 1º de septiembre de 2021, no se requiere un permiso para que un mayor de 21 años pueda llevar un arma de fuego a la vista u oculta en sus ropas. Con menos palabras: en Texas se puede portar un arma sin permiso alguno. Tampoco se exige la comprobación de antecedentes para la venta privada de armas de fuego. La ley de Texas tiene preeminencia sobre las disposiciones de los gobiernos locales que intentan restringir algo más la posesión de armas de fuego. Texas no impone más restricciones que las que impone la ley federal, a diferencia de otros Estados que sí exigen más requisitos.
Luego de la matanza de Uvalde, los demócratas de Texas se preguntaron por qué el asesino pudo comprar sus dos rifles con 18 años recién cumplidos. “¿Por qué aceptamos un gobierno que permite a un joven de 18 años comprar un rifle de asalto, pero no productos de tabaco?”, se interrogó la representante estatal Nicole Collier, demócrata de Texas. “La hipocresía del gobierno es ensordecedora. Podemos desarrollar una política de armas que no infrinja el derecho constitucional de cada uno, al tiempo que preservamos y protegemos la vida; eso se llama 'multitarea' y podemos hacerlo”. El representante estatal Jarvis Johnson, demócrata de Houston, pidió al gobernador republicano Greg Abbott que convoque una sesión especial de la Legislatura para “aprobar verdaderas reformas en materia de armas”, incluyendo el aumento de la edad mínima para comprar armas largas.
Las antiguas pistolas de pólvora negra (como las Colt que se ven en las películas del Oeste, pero de las que hay miles en la vida real) no se consideran armas de fuego en Texas y pueden portarse a la vista. Pese a su antigüedad, son armas letales, que disparan seis balas de calibre 45.
La disparidad de normas en Texas se remonta a la época posterior a la Guerra Civil, cuando el estado en contra de su reputación actual adoptó algunas de las leyes de control de armas más estrictas del país. A raíz de los espasmos de violencia que entonces asolaban el joven Estado, los legisladores “empezaron a apuntar específicamente a las armas, que equiparaban con el crimen”, dijo el historiador de Texas Brennan Rivas, que está escribiendo un libro sobre las primeras leyes de armas del estado. “Equipararon los cuchillos bowie, las dagas y las pistolas con la violencia interpersonal y el crimen”. Los mosquetes, rifles y escopetas, en comparación, estaban excluidos porque se utilizaban para cazar o participar en una milicia. “No consideraban las armas largas como armas mortales”, dijo Rivas. “Estas tenían usos valiosos. Mientras que estas otras armas eran como una plaga para la sociedad educada”.
Los legisladores de aquella época no podían prever que las armas largas pasarían de ser pesados rifles de caza a AR-15 capaces de disparar docenas de balas por minuto, añadió Rivas. Pero parece improbable que se aprueben requisitos más estrictos en Texas. El año pasado, tras las masacres de alto perfil ocurridas en El Paso y en Midland y Odessa en 2019, los legisladores aprobaron una serie de medidas que flexibilizaron la normativa sobre armas. Además de autorizar la portación de armas de mano en público sin permiso ni entrenamiento, las leyes prohíben al gobernador limitar la venta de armas durante una emergencia y permiten a los propietarios de armas llevarlas a las habitaciones de los hoteles. Durante una rueda de prensa celebrada el miércoles en el instituto de Uvalde, el gobernador Abbott repitió una afirmación que él y otros líderes estatales republicanos han hecho a menudo, según la cual los problemas de salud mental son los culpables de la racha de tiroteos masivos, y no las regulaciones laxas de las armas. Las autoridades admitieron que no tenían conocimiento de que el autor de los disparos tuviera problemas de salud mental o criminal. “La capacidad de un joven de 18 años para comprar un arma larga ha estado vigente en el estado de Texas durante más de 60 años”, dijo Abbott. “¿Y por qué durante la mayoría de esos 60 años no hemos tenido tiroteos en las escuelas? ¿Y por qué los tenemos ahora?”