La Haya.- Un empresario holandés transformó su viejo bar en un club privado para eludir la ley antitabaco recientemente instaurada en en Holanda. El antiguo café-bar ahora se convertirá la Única y Universal Iglesia de los Fumadores de Dios.

La Haya.- Un empresario holandés transformó su viejo bar en un club privado para eludir la ley antitabaco recientemente instaurada en en Holanda. El antiguo café-bar ahora se convertirá la Única y Universal Iglesia de los Fumadores de Dios.
Se trata de Cor Bus, un empresario que aseguró que "El humo, el fuego y el cenicero" serán la trinidad venerada en esta iglesia para "asegurar la libertad religiosa" que figura en la constitución de Holanda, un país mayoritariamente protestante y que cuenta con un gran número de congregaciones.
Los "devotos" que se unan al particular credo de Bus recibirán un carné y una autorización para encender cigarrillos en el bar recién reconvertido en templo. Quienes no dispongan de esta autorización, deberán respetar la ley.
Alrededor de 10 locales ya han manifestado su intención de unirse a su religión, según ha anunciado Bus, que prevé colocar en las fachadas de cada establecimiento-iglesia un certificado que anuncie que "la comunidad de la iglesia de los fumadores es libre de fumar para honrar al buen Dios en paz".
La asociación Red, una agrupación de pequeños locales, ha solicitado sin éxito un aplazamiento de la entrada en vigor de la ley antitabaco en Holanda.
Según estos hosteleros, que no descartan una nueva apelación a la justicia, la nueva normativa debería permitir excepciones para los pequeños locales que no tengan empleados en nómina ni medios para habilitar zonas específicas para fumadores.


