El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió el programa económico derivado del acuerdo con el FMI, aseguró que la recuperación económica es “clara y fuerte“ y rechazó las críticas a la política de reducción de subsidios a las tarifas de energía. El jefe del Palacio de Hacienda recogió el guante que lanzó el viernes la vicepresidenta Cristina Fernández de Krichner y dio la bienvenida al debate interno sobre el Frente de Todos. En diálogo con FM Urbana Play se ubicó en el lado de la “sensatez” y disparó sus dardos. Si bien elogió las administraciones de CFK dijo que durante el último período hubo “inconsistencias” macroeconómicas.
El viernes pasado, la vicepresidente llamó desde Chaco a un debate sobre la política económica del gobierno. Dijo que estaba defraudando las expectativas de los electores y reclamó mayor distribución. Ahora, Guzmán le contestó. Primero coincidió en la necesidad de avanzar en un crecimiento con inclusión. Pero recordó que “la desigualdad personal de los ingresos bajó en 2021”, producto de que el gobierno “hizo protección social muy activa”.
El ministro dio la bienvenida al “debate de ideas”, aunque reclamó hacerlo “con seriedad”. En ese punto, dijo que el gobierno se trazó “un programa sobre bases que consideramos firmes, sensatas, para que esto ande”.
Lamentó que una parte de “nuestro espacio político” votó en contra del programa económico. Y aunque reconoció que ese rechazo “tiene un impacto en las expectativas”, rescató que el debate abierto al interior del oficialismo “es un paso adelante en la Argentina”.
“Si nos ponemos a analizar las propuestas de cada quien y analizarlas en serio, vamos a ver en dónde están las consistencias y dónde las inconsistencias”, desafió.
Empezó por defender el acuerdo firmado con el FMI. “Sin él iban a haber menos dólares, no más dólares”, y recordó que, “cuando en la Argentina hay menos dólares, hay ajuste”. También respaldó el aumento segmentado de tarifas. “Uno se pregunta en qué país del mundo ha funcionado, para encauzar un sendero de desarrollo con inclusión social, tener subsidios energéticos por 3 o 4 puntos del Producto”, planteó. En sintonía, se interrogó: “¿En qué país del mundo funciona que haya déficits persistentes financiados por una moneda que la gente, por la inflación, empieza a dejar de querer?”.
En ese punto se remitió a los dos gobierno de CFK, a los que elogió, sobre todo por el apoyo a la ciencia y tecnología (recordó que fue beneficiario de una beca del Conicet) y la reestructuración de la deuda. Pero dijo que en el último período se acumularon “inconsistencias” en materia fiscal y monetaria que no lo hacían sostenible.
Concedió, en cambio, que el objetivo “absolutamente compartido por todos los que formamos parte de este gobierno” es que “el salario real debe crecer” y que el crecimiento “debe ser compartido, debe ser equitativo”. En ese sentido, dijo que es “una obviedad” adelantar el cronograma de aumentos del salario mínimo, vital y móvil para empatarle a la inflación. Pero advirtió que esa discusión se realizará en el Consejo del Salario, y no en el Congreso, donde diputados kirchneristas presentaron un proyecto para anticipar a junio el aumento del 45% que se iba a dar a fin de año.
“Desde el gobierno nacional mantenemos un compromiso firme con este programa, porque consideramos que es un programa para la recuperación económica que va a sentar las condiciones para bajar la inflación”, subrayó el titular del Palacio de Hacienda.
Y reafirmó, para responder a Cristina, que, lejos de ser un simple rebote, la recuperación económica es “muy clara y fuerte”. Y remarcó que “el año pasado la producción creció más de 10%, se crearon casi 1.200.000 millones de puestos de trabajo” y “la tasa del desempleo bajó del 13% en 2020 a 7%” en el último trimestre del año pasado.
Por otra parte, el ministro de Economía anticipó hoy que el índice de inflación de abril será “menos malo que marzo”, cuando alcanzó un 6,7%. “Sabíamos que marzo iba a ser el peor mes en términos de inflación”, aseveró.