El presidente de Francia Emmanuel Macron ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con 28,50 % de los votos, seguido por la ultraderechista Marine Le Pen, que recibió entre 23,30 y 24,20 % de los votos. Los datos preliminares varían según las proyecciones. Los datos definitivos aún debían esperarse anoche. De esta forma, ambos pasaron al ballottage del próximo 24 de abril. El ultraizquierdista Jean Luc Melenchon quedó en un destacado tercer puesto con un 20% de votos, mientras las opciones tradicionales, socialistas y centristas, colapsaron.
Macron ganó así la primera vuelta de las presidenciales por más de 4 puntos respecto a 2017, cuando también enfrentó a Le Pen. El tercero es el ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon, de Francia Insumisa, con un 20,2%. El polemista de extrema derecha, Eric Zemmour, quedó muy atrás con un 6,8%, y la centrista Valérie Pécresse, por debajo del 5% (4,6%) según el instituto IFOP. El ecologista Yannick Jadot (4,4%) quedó por debajo del 5%. La candidata socialista y alcaldesa de París, Anne Hidalgo logró apenas 1,9% de los votos según el instituto Elabe. Hidalgo llamó a sus seguidores “con gravedad a votar contra la extrema derecha de Marine Le Pen” depositando su voto en Macron “para que Francia no caiga en el odio de todos contra todos”. Melechon y Jadot hicieron lo mismo.
La participación en la primera vuelta de las elecciones presidenciales fue del 65%, 4,4 puntos menos que en 2017, según datos del Ministerio del Interior. Le Monde, Le Figaro, France Télévisions, Le Parisien y Europe 1, entre otros grandes medios, coinciden con algunas décimas de punto.
A las dos horas de conocerse los resultados provisionales, Emmanuel Macron comentó los resultados ante millares de sus simpatizantes, haciendo un primer análisis general, agradeciendo su apoyo para la segunda vuelta a sus rivales de la extrema izquierda, comunistas, ecologistas, socialistas y conservadores. Todos ellos comprometieron su voto para vencer a Le Pen.
Macron mostró su rechazo a las extremas derechas “que amenazan nuestra sociedad, amenazan nuestra cultura, con proposiciones catastróficas y amenazantes. Antes de nada, la democracia es algo cívico e importante. Debo comenzar por agradecer profundamente las reacciones de Jean-Luc Mélenchon, Yannick Jadot, Fabien Roussel, Anne Hidalgo y Valérie Pécresse, pidiendo votar a mi favor para impedir el triunfo de la extrema derecha”, dijo, en referencia a los candidatos que le declararon su apoyo para la segunda vuelta.
Históricamente, se llama “frente republicano” al voto unido de los partidos dispuestos a impedir el triunfo de la extrema derecha. Sin utilizar ese lenguaje, Macron resucitó ese frente. Afirmando su agradecimientos a sus adversarios de izquierda y derecha, Macron se presentó él mismo como un adversario total contra las extremas derechas.
Macron continuó defendiendo su proyecto de unión nacional, donde caben conservadores, centristas, liberales, independientes y socialdemócratas: “Juntos, unidos en una ambición común, podemos defender nuestra soberanía y prosperidad. Ese proyecto es el único que puede impedir el aislamiento, los desastres y el empobrecimiento de los extremistas”. Entre gritos de “¡Macron presidente, Macron presidente!”, pidió la defensa de la unidad de Francia y de Europa, solidarias con la Alianza Atlántica en momentos en que Rusia aplasta a Ucrania.
Muy contenta con el resultado de la primera vuelta, Marine Le Pen comenzó por hacer un balance con el que lanzó automáticamente la campaña de la segunda vuelta, pidiendo el voto para los electores populistas de extrema derecha y extrema izquierda, presentándose como la única capaz de vencer a Emmanuel Macron, “presidente nefasto y autoritario”. “Invito a todos los que no han votado a Macron en la primera vuelta que apoyen mi candidatura, para salvar a Francia de la decadencia que ha precipitado el presidente saliente”, dijo Le Pen ante sus seguidores.
“Todos los que no votaron Macron pueden contribuir a la salvación de Francia. De ellos depende el puesto de Francia en el mundo. Ellos podrán salvar Francia de la catástrofe. Yo les daré mejores salarios. Yo prometo asegurar la independencia nacional. Yo controlaré la inmigración y la seguridad para todos. Yo soy la única salvadora posible de todas las fracturas sociales, territoriales e institucionales que nos amenazan”, agregó la postulante.
Fractura del paisaje político tradicional
Tras la victoria de Macron y Le Pen en la primera vuelta, el paisaje político tradicional quedó gravemente cuarteado, fraccionado. Hay un neto hundimiento de los partidos tradicionales, socialistas y republicanos, que se alternaron en el poder desde 1981. Según la prensa francesa los resultados de la primera vuelta confirman el hundimiento histórico de los grandes partidos de izquierda y derecha, y la emergencia de una “Francia Insumisa” en una tercera posición muy importante. Jean-Luc Mélenchon, el histórico líder de la extrema izquierda populista, quedó en tercer lugar con el 20 o 20,5% de los votos. Un triunfo personal importante para un candidato anticapitalista, antieuropeo, anti-Otán e históricamente próximo a Vladimir Putin.
Eric Zemmour, el ex periodista de ultraderecha, se lleva entre 6,8% y 7,2% de los votos. El gran rival de Le Pen pierde su batalla personal por el control de la extrema derecha. Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos (centroderecha tradicional), apenas consiguió 5%. Es el peor resultado en la historia de la derecha tradicional, los padres fundadores de la V República. Su último paso por la Presidencia se dio con Nicolas Sarkozy (2007-2012). Yannich Jadot, ecologista, consiguió un 4,4%, un mal resultado para un partido muy dividido. Fabien Roussel, candidato del PCF, obtuvo 2,4%, en línea con el hundimiento histórico del comunismo francés.
Pero el peor colapso es el del socialismo. Anne Hidalgo, alcaldesa de París, apenas consiguió de 1,9 a 2,1%, confirmando el hundimiento del PS. Este partido dio su último presidente a Francia con Francois Hollande (2012/2017). Estos resultados confirman una transformación muy profunda del paisaje político francés.