El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cosechó aplausos y también críticas tras sacar oficialmente a Cuba de la lista de Estados patrocinadores de terrorismo, en la que estaba desde 1982. “La Casa Blanca le entregó al régimen de los Castro una significativa victoria política a cambio de nada”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes (Diputados), el republicano John Boehner, quien se opone a la normalización de relaciones con Cuba. El ex gobernador de Florida Jeb Bush calificó de “error” la salida de Cuba de esa lista negra y pidió al Congreso que mantenga la presión sobre el gobierno de Raúl Castro. Bush cree que Obama está más interesado “en capitular ante nuestros adversarios que en confrontarlos” y consideró que eso lo demuestra no sólo con las concesiones a Cuba sino también con las negociaciones nucleares con Irán. “Ni la represión continua en el país ni las actividades de desestabilización de Cuba en el extranjero parecen ser suficientes para detener al presidente Obama a la hora de hacer más concesiones al régimen comunista de La Habana”, dijo Bush, que se espera que anuncie pronto su candidatura a las primarias republicanas de cara a las presidenciales de 2016.