Ayer se celebró el Día de la Soberanía Nacional, y la señora presidenta se refirió sobre dicho tema con orgullo. Realmente uno se pregunta cuál será el motivo de orgullo. Seremos los ilusos o creídos argentinos los que creamos esta falsa realidad cuando día a día vemos los convenios leoninos que se firman con empresas extranjeras y que les entregan todos los derechos y usos para su explotación y producción, dejando de lado el potencial humano que existe en el país, condenándolo a la pobreza cada vez más extrema. Tenemos los talleres ferroviarios que fueran orgullo nacional y que se cerraron para darle cabida a la industria automotriz, extranjera, por supuesto, que lucra con sus propios bancos y obligan a la consumición de las naftas que ellos mismos producen, lo que se dice negocio redondo. Cero para la Argentina. Con la puesta en marcha de estos talleres y toda la industria ferroviaria le hubiésemos dado trabajo a más de medio millón de argentinos, hoy importamos todo de China, hasta los repuestos. El descubrimiento de Vaca Muerta y entregada con cláusulas secretas a la multinacional Chevrón, con explotación de por vida del yacimiento petrolero más importante del país, con una devolución de no más del 14% para las provincias. Con la explotación minera más importante del país, casi sin retorno o un mínimo del 3% con devolución por exportar de puertos argentinos del 5%, es decir, por robarse toda la producción minera, pagamos un 2%, será por agradecimiento por la entrega de muchos minerales, que podrían tratarse en el país. Estos son los negocios más conocidos con empresas extranjeras, sin tener en cuenta los negociados que hacen los funcionarios locales con las distintas licitaciones. El hecho más aberrante es la falta de controles aduaneros por los cuales se filtran los venenos que son los productores de narcóticos y que están matando a lo mejor que tenemos, la juventud. Nos estamos transformando en un narco-Estado. Gendarmería Nacional, el custodio de la patria, está para reprimir manifestaciones callejeras y no está en sus puestos de origen, la enorme frontera sin control, sin radares y las pistas clandestinas que se cuentan por decenas, a sabiendas del gobierno nacional. Serán estos los motivos para celebrar el Día de la Soberanía Nacional. Si fueran honestos peronistas seguirían el eslogan de pelear por una Argentina económicamente libre, socialmente justa y políticamente soberana que por lo narrado más arriba dista mucho de serlo, por lo tanto nuestros dirigentes políticos son verdaderos traidores a la causa que dio origen a este movimiento.