El agregado de esta sustancia tóxica está constituyendo un atropello a la población que no fue consultada. En Rosario y en el resto de la provincia de Santa Fe no teníamos flúor en el agua corriente hasta junio de 2012, cuando el Ministerio de Salud de la provincia tuvo la nefasta idea de agregarle flúor al agua que bebemos. Parece que las autoridades ignoran que existe un petitorio mundial contra el suministro de flúor en el agua de red, firmado por investigadores, médicos, premios Nobel y especialistas de 40 países, entre ellos el Dr. Arvid Carlsson, Premio Nobel de Medicina 2000 que dijo: "En Suecia nadie habla más de la fluoración. Es realmente obsoleto. Los países que utilizan la fluoración deberían avergonzarse de sí mismos." Suecia ha rechazado la fluoración del agua porque jamás se ha vinculado una enfermedad a la deficiencia de fluoruro. Jamás se ha logrado demostrar que se requiere fluoruro para mantener una dentadura libre de caries. En Europa la fluoración del agua ha sido prohibida por Austria, Dinamarca, Holanda, Suecia y suspendida por Alemania, Bélgica, países de la ex Yugoslavia; sólo Irlanda, el Reino Unido y España agregan flúor a sus suministros de agua. Más de 200 comunidades de Estados Unidos han rechazado esta práctica en los últimos años. El flúor daña los huesos, el cerebro, provoca cáncer y daña incluso las células del sistema reproductivo masculino. El fluoruro de sodio además de ser el principal ingrediente de los venenos para ratas y cucarachas, también es uno de los principales ingredientes de fármacos anestésicos, hipnóticos y psiquiátricos, así como del gas neurotóxico para uso militar. Los efectos en el cuerpo humano son mayores entre más flúor se consuma. Estudios revelan: "El flúor tiende a acumularse en la glándula pineal (Luke, 2001). En segundo lugar, el flúor facilita el ingreso de aluminio al cerebro de ratas (Varner, 1998). En tercer lugar, la mayor cantidad de flúor puede incrementar el contenido de plomo en sangre en niños (Masters y Coplan, 1999, 2000), disminuir el coeficiente intelectual infantil (Zhao, 1996; Lu, 2000; Xiang, 2003) y aumentar el riesgo de fracturas de hueso en niños y adultos (Li, 2001; Alarcón-Herrera, 2001). En cuarto lugar, el flúor, en presencia de aluminio, puede afectar las proteínas G. Como estas proteínas forman parte de numerosas señales biológicas, su alteración puede descontrolar importantes procesos vitales (Strunecka y Patocka, 1999; Li, 2003)". El Dr. Dean Burk (1904-1988), cofundador del Instituto Nacional de Cáncer en los Estados Unidos en 1937 y director del departamento de química de la misma institución por más de 30 años. En una entrevista grabada, en 1974, por la televisión holandesa, afirmó que "el proceso de fluoración del agua potable de las personas equivale a un asesinato público a gran escala, es un delito público". Hasta ahora existen 24 estudios provenientes de China, Irán, India y México que han reportado una asociación entre la exposición al fluoruro y la reducción del coeficiente intelectual. Lo antes posible debe retirarse el suministro de fluoruros y que las condiciones de la red de agua potable vuelvan a ser puras y confiables para la vida.