Gobernar
para las familias
Queremos compartir las apreciaciones surgidas al constatar la ausencia de la familia como política de Estado, tanto a nivel local, provincial y nacional. Planteamos un nuevo enfoque para una nueva política, considerar a la familia como sujeto de deberes y derechos. Somos conscientes que es una tarea de mediano plazo, comenzar a ver los frutos de semejante propuesta, pero nos alienta saber que los santafesinos siguen apostando a los tres valores que se mantienen en nuestra cultura: defensa de la vida humana, la unidad familiar y el trabajo como medio de dignificación y bienestar. Por todo eso, debemos sumar esfuerzos contra las diversas formas de la cultura de la muerte: aborto, infanticidio, trata de personas, pobreza, narcotráfico e inseguridad, entre otros. Como coordinadora de entidades por la vida y la familia, también señalamos el olvido en nuestros gobernantes de otra problemática crucial: la excesiva concentración demográfica urbana, causa del anonimato que fomenta la impunidad para el delito, deteriora el medio ambiente y genera esa multitud de los solos, que hablaba el poeta Paul Valéry. Niños, adolescentes y ancianos, tratados como meros individuos aislados, no como hijos, hermanos, padres o abuelos. Próximos a un nuevo proceso electoral, en el ámbito provincial convocamos a los santafesinos para redoblar la voluntad de construir una provincia fiel a sus orígenes y valores que le dieron identidad y dignidad. Santa Fe tiene una excelente capacidad productiva agropecuaria e industrial, una población generosa para el trabajo, en ese sentido, en la mesa del bien común hay lugar para todos: los no-nacidos, los ancianos y los más vulnerables. No excluyamos a nadie.
6 de noviembre 2014 · 01:00hs
Queremos compartir las apreciaciones surgidas al constatar la ausencia de la familia como política de Estado, tanto a nivel local, provincial y nacional. Planteamos un nuevo enfoque para una nueva política, considerar a la familia como sujeto de deberes y derechos. Somos conscientes que es una tarea de mediano plazo, comenzar a ver los frutos de semejante propuesta, pero nos alienta saber que los santafesinos siguen apostando a los tres valores que se mantienen en nuestra cultura: defensa de la vida humana, la unidad familiar y el trabajo como medio de dignificación y bienestar. Por todo eso, debemos sumar esfuerzos contra las diversas formas de la cultura de la muerte: aborto, infanticidio, trata de personas, pobreza, narcotráfico e inseguridad, entre otros. Como coordinadora de entidades por la vida y la familia, también señalamos el olvido en nuestros gobernantes de otra problemática crucial: la excesiva concentración demográfica urbana, causa del anonimato que fomenta la impunidad para el delito, deteriora el medio ambiente y genera esa multitud de los solos, que hablaba el poeta Paul Valéry. Niños, adolescentes y ancianos, tratados como meros individuos aislados, no como hijos, hermanos, padres o abuelos. Próximos a un nuevo proceso electoral, en el ámbito provincial convocamos a los santafesinos para redoblar la voluntad de construir una provincia fiel a sus orígenes y valores que le dieron identidad y dignidad. Santa Fe tiene una excelente capacidad productiva agropecuaria e industrial, una población generosa para el trabajo, en ese sentido, en la mesa del bien común hay lugar para todos: los no-nacidos, los ancianos y los más vulnerables. No excluyamos a nadie.