Cuando el sudafricano Trevor Immelman, ganador de la edición anterior, le puso
el tan codiciado como tradicional saco verde a Angel Cabrera no hizo otra cosa que ungir la
brillante participación del cordobés en el Masters de Augusta, que entró en la historia del golf
argentino por ser el único jugador que consiguió dos torneos Major. A la conquista de ayer se suma
la que en 2007 consiguió en el abierto de Estados Unidos.
La epopeya no le resultó para nada fácil. Cabrera logró la consagración y el
jugoso cheque por 1,3 millones de dólares al vencer en el segundo hoyo de desempate al
estadounidense Kenny Perry.
Con 39 años Cabrera consiguió en Augusta lo que no pudo el gran Roberto De
Vicenzo en 1968, cuando punteó hasta el final pero por un error en la anotación de su tarjeta no
pudo jugar el desempate por el trofeo.
Tras las cuatro vueltas, Cabrera contabilizó 276 impactos, doce bajo el par de
la cancha y se impuso en el desempate por un impacto.
Cabrera y Perry llegaron a la definición junto al estadounidense Chad Campbell,
quien en el primer y angustiante desempate en el 18 quedó eliminado por hacer un impacto sobre el
par.
El Masters de Augusta de 2009 será recordado por los vaivenes que tuvieron los
primeros puestos durante el último día.
Cabrera había terminado el sábado en la cima y no tuvo un buen comienzo en la
cuarta ronda, con bogeys en los hoyos 4, 5 y 10, más allá de haber logrado un birdie en el 3.
Además, Cabrera contaba con las levantadas en la cuarta ronda de los
estadounidenses Tiger Woods, número uno del mundo, y Phil Mickelson, jugadores que mostraron su
clase para meterle presión al líder Perry y ser animadores del certamen.
Cabrera tuvo una mejoría en los últimos tramos y sacó rédito de los errores de
Perry, quien terminó uno sobre par en el penúltimo y último hoyo para sumar en general 276
(-12).
Los birdies en el 13, 15 y 16 y el sólido juego en el green hicieron que Cabrera
finalice la vuelta con 71 (-1) y con un registro de 276 (-12) logró alargar la definición del
campeón.
Campbell, quien punteó el torneo los dos primeros días, también cosechó la misma
cantidad de puntos que el argentino y Perry y entró al primer playoff en el 18.
Cabrera tuvo un mal comienzo en la definición porque, tras el primer golpe, la
pelota cayó bajo un árbol y contó con una cuota de suerte, ya que en su segundo impacto la bocha
rebotó en una rama y quedó sobre el fairway, de cara al green.
En tanto, Perry y Campbell desaprovecharon el error del Pato y llegaron exigidos
a la parte más verde de la cancha.
Fue allí cuando Cabrera hizo par junto a Perry; mientras que Campbell terminó 1
y se despidió de la definición.
Así las cosas, el Pato y Perry fueron a disputar al nuevo campeón de Augusta al
hoyo 10.
Allí, Cabrera mostró su jerarquía y estuvo más preciso que su rival para dejar
la pelota más cerca del green.
Perry hizo bogey y el Pato se conformó con hacer un cómodo par para consagrarse
en Augusta y escribir el momento más glorioso del golf argentino.