La Justicia de Suiza aceptó ayer la petición de ayuda que le hizo el magistrado federal Sebastián Casanello para precisar la información acerca de diez cuentas bancarias atribuidas al detenido empresario Lázaro Báez y sus movimientos de dinero.
La Justicia de Suiza aceptó ayer la petición de ayuda que le hizo el magistrado federal Sebastián Casanello para precisar la información acerca de diez cuentas bancarias atribuidas al detenido empresario Lázaro Báez y sus movimientos de dinero.
La petición argentina de tener "pruebas documentales" de las diez cuentas bancarias de Báez, cercano a los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner, fue presentada por Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan.
"Luego de un examen abreviado en cuanto a las exigencias formales, hemos transmitido el pedido de ayuda relativo al caso Báez al Ministerio Público de la Confederación (fiscalía federal) para ejecución", precisó el portavoz de la Oficina Federal de Justicia (OFJ) suiza, Folco Galli.
De acuerdo al exhorto argentino, se pidió a Suiza datos de una presunta cuenta de Báez en el banco PKB de Lugano, así como de otras cinco en el banco J. Safra Sarasin, de Ginebra, que tendrían como beneficiarios a los cuatro hijos del empresario (Leandro, Luciana, Martín y Melina).
Tres de esas cuentas estarían bajo cobertura de las sociedades panameñas Foundation Kinsky, Tyndall Limited Inc y Fromental Corp.
Las dos restantes figuran a nombre de la sociedad española Wodson International SA, a la que se le atribuye haber dependido originalmente de Helvetic Services Group, una financiera de Lugano gerenciada por el italoargentino Néstor Ramos, residente en Suiza.
El reclamo se extiende a otras dos cuentas en el banco Lombard Odier de Ginebra, cuyos titulares serían la sociedad Teegan Inc, "constituida en Belice y radicada en Panamá", y la citada Tyndall Limited.
Una tercera remitiría al Citibank de Ginebra, con la titularidad de la firma Redwood Associates Corp, y una cuarta supuestamente perteneciente a Helvetic Services Group, en el J. Safra Sarasin.
La petición argentina sostiene que "busca reconstruir los eslabones intermedios de la cadena de blanqueo y los momentos posteriores a la clandestina fuga del dinero hacia el exterior y previos a que parte de esos fondos retornasen en forma velada para ser incorporados al patrimonio de Báez", entre 2012 y 2013.
"Parte de ese dinero fue reingresado y blanqueado en la Argentina" por la "activa intervención de la firma Helvetic Services Group" y de Ramos, mediante la adquisición en la Confederación Suiza, a través del J. Safra Sarasin, de títulos de la deuda pública argentina por 32,8 millones de dólares, que luego fueron liquidados "en las cuentas bancarias de Austral Construcciones SA", la principal empresa de Báez, añade el exhorto.
El texto afirma que la sospecha sobre el origen de esos fondos radica en la actividad económica de Báez, la construcción, "a consecuencia y/o con estrecha relación de sus conocidos vínculos (personales y comerciales)" con Néstor y Cristina y de "la múltiple y millonaria obra pública que le fue adjudicada a lo largo de los mandatos de ambos", para dejar de ser un empleado bancario y convertirse en "un empresario contratista del Estado".
Por esos hechos, Suiza abrió su propia investigación penal en 2013, detectó 22 millones de dólares en su circuito bancario, pero luego acabó archivando el caso en 2014 al no poder "determinar si los fondos eran de origen corrupto".