El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne se reunió ayer con la directora del FMI, Christine Lagarde, en busca de respaldo político y económico para enfrentar las renovadas tensiones en el mercado cambiario.
El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne se reunió ayer con la directora del FMI, Christine Lagarde, en busca de respaldo político y económico para enfrentar las renovadas tensiones en el mercado cambiario.
Lagarde recibió a Dujovne en la sede del organismo en Washington, en momento en que el FMI analiza desembolsar unos u$s 10.700 millones como parte de su programa financiero.
"La implementación sólida y continua del programa de reforma de las autoridades será crucial para una economía estable y crecimiento sostenible", aseguró Lagarde a través de su cuenta de twitter, luego del encuentro.
Lagarde "elogió a las autoridades por sus esfuerzos para promover su plan de estabilización económica y brindar protección social a los pobres y vulnerables", destacó un posterior comunicado del Fondo.
El encuentro se produjo en momentos en que las autoridades económicas pugnan para que la cotización de dólar no suba de manera brusca, para lo cual elevaron la tasa de las Leliq al 63 por ciento.
El viernes pasado, el representante del FMI en el país Trevor Alleyne, consideró que las suba del dólar obedeció a que "Argentina es más débil que los otros países emergentes".
Lagarde recibió a Dujovne, acompañada de su segundo David Lipton, el jefe para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el supervisor del caso argentino, Roberto Cardarelli, quien a fines de febrero estuvo en Argentina para una nueva revisión de las cuentas del estado nacional.
Antes del encuentro con Lagarde, el titular de Hacienda se reunió durante la mañana con el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, quien tuvo un rol decisivo el año pasado para que Argentina acceda a un crédito Stand By del FMI por unos u$s 56.700 millones.
Durante la reunión con Mnuchin se evaluó la marcha de la economía argentina y la relación comercial bilateral, y los movimientos de la economía a nivel regional, dejaron trascender fuentes oficiales.
Voceros oficiales dijeron que la visita fue protocolar, aunque fueron fuertes las versiones que indicaron que el gobierno nacional buscaba un aval del Fondo para ampliar el margen de intervención estatal en el mercado del dólar.
En anteriores declaraciones, las autoridades del Fondo remarcaron que la banda de flotación adoptada por el BCRA tiene mecanismos automáticos de compensación. De esta forma que si el peso se depreciara mucho, las autoridades locales, argumentan, tienen la posibilidad de vender dólares y reducir la cantidad de pesos de la economía. Lo mismo sucede en sentido contrario, si el peso se fortalece, el Banco Central está facultado para comprar divisas y emitir pesos para ajustar al alza al tipo de cambio.
Informaciones provenientes de Washington señalan también que ahora los técnicos del FMI estaría teniendo una visión más optimista respecto de la perspectiva de la actividad económica, ya que, según trascendidos, el organismo recortaría la caída del producto bruto interno. Pero también modificaría su proyección de inflación para el año en curso. En su último informe, el organismo estimaba una suba anual del índice de precios de 25 por ciento, pero ahora la llevaría al 30 por ciento.
El Fondo Monetario Internacional acordó con el gobierno de Mauricio Macri el desembolso de un crédito puente por casi 57 mil millones de dólares, para evitar la declaración del default y asegurar el flujo de dólares a los inversores que compraron instrumentos de deuda argentinos y participar de la llamada bicicleta financiera.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, la deuda pública con acreedores internacionales se elevó en más de 100 mil millones de dólares. La mayoría de esos recursos se destinó a abastecer la demanda de dólares para atesoramiento, giro de utilidades al exterior, turismo e importaciones.
La atracción de inversiones especulativas en dólares a través de instrumentos de deuda en pesos con tasas muy altas fue una pieza clave en el programa económico del gobierno de Mauricio Macri, en cuyo gabinete económico revistan ex ejecutivos de importantes fondos de inversión.
Esa rueda se cortó a principios de 2018, cuando se le cortó el crédito a la actual administración, lo que originó una corrida cambiaria y una situación de insolvencia que sólo pudo ser parcialmente limitada por los recursos que prestó el fondo Monetario Internacional.