Los mercados hablaron. Luego de la derrota de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires los activos argentinos sufrieron ayer una de las palizas más importantes de los últimos tiempos. El resultado de los comicios incrementó las dudas que la city ya tenía sobre el futuro del programa económico de Javier Milei y Luis Caputo. Los ADRs se desplomaron hasta 24 % en Wall Street y el riesgo país superó los 1.100 puntos básicos. El dólar mayorista subió $54 y cerró a $1.409.
En este contexto, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York registraron inusuales pérdidas de hasta más de 24 %. La mayores bajas correspondieron a los bancos, que ya venían siendo los más castigados en el último tiempo por sus flojos balances: BBVA se derrumbó un 24,4 %; Grupo Supervielle, un 24 %; Grupo Financiero Galicia, un 23,6 %; y Banco Macro, un 23,5 %.
En tanto, el S&P Merval en pesos se hundió 13,3 % a 1.732.923,77 puntos, mientras que en dólares se desmoronó un 16,4 % a 1.201,71 puntos, el nivel más bajo en 13 meses. Así, las acciones líderes que más cayeron en la bolsa porteña fueron las de Grupo Supervielle (-21,2 %), Banco Macro (-20,1 %), Grupo Financiero Galicia (-20,1 %) y Banco BBVA (-20 %).
Las acciones argentinas en la bolsa local acumulan caídas anuales de hasta 70 %, mientras que los papeles que cotizan en Nueva York muestran retrocesos de hasta 60 %, liderados por Supervielle (además de Globant que pierde un 70 % en 2025).
La entidad estadounidense JP Morgan advirtió que el triunfo del peronismo en las elecciones de la Provincia de Buenos Aires supone “una señal de que la prima de riesgo político podría extenderse en el tiempo” para la Argentina.
La derrota del partido de Javier Milei a manos del peronismo ha generado preocupación en varios de los principales brokers y bancos del mundo, entre ellos, el gigante financiero Wells Fargo. Esta entidad señaló en un informe que no descarta que el peso argentino entre en “condiciones de crisis”.
Advirtieron, además, que sus pronósticos de tipo de cambio a largo plazo podrían alcanzarse antes de lo previsto y que “no podemos descartar condiciones de crisis, especialmente ahora que la mayoría de los controles de capital han sido levantados”.
Por su parte, los bonos soberanos en dólares también fueron muy castigados, con retrocesos de hasta dos dígitos. El Bonar 2041 lideró las pérdidas con una baja del 10,6%, seguido por el Bonar 2038, que cayó 10,1 %. También registraron fuertes descensos el Bonar 2035 (-9,6 %) y el Global 2038 (-9,1 %).
De esta manera, el riesgo país medido por el J.P Morgan se ubicaría cerca de los 1.100 puntos básicos, según las proyecciones del mercado.
El compás del dólar
Por otra parte, el dólar mayorista subió $54 y cerró a $1.409. Se ubicó a sólo 4,3 % del techo de la banda. El minorista cerró a $1.435,17. Los contratos de dólar futuro cerraron al alza en su totalidad. El blue en Rosario subió 51 pesos y cerró la jornada a $1.435 para la venta.
Tras el resultado electoral en la provincia de Buenos Aires, el tipo de cambio paralelo alcanzó su nivel más alto en 13 meses, cuando el 7 de agosto de 2024 también alcanzó los $1.385.
También hubo mucha volatilidad en las tasas de interés en pesos. Las cauciones bursátiles que llegaron a tocar el 70 % para luego moderar sobre la mitad de la rueda hasta el 41,8 %.
La agenda de la semana estará marcada por la reacción de los mercados tras el resultado electoral, la licitación del Tesoro del miércoles y la publicación del IPC Nacional de agosto el próximo jueves 10 de septiembre.
Además, el Ministerio de Economía deberá renovar deuda en pesos por más de $16 billones en manos del sector privado. Solo esta semana, tras un canje formalizado con el Banco Central, vencen títulos por unos $7,2 billones que deberán ser refinanciados en el mercado.
Pese a que el gobierno reafirmó la política económica, la mayoría de los analistas entienden que el modelo se agotó y que habrá que hacer cambios. A modo de diagnóstico, coinciden en que la caída de la actividad, la crisis de la industria, la pérdida de empleo, la baja en los ingresos reales y los efectos del ajuste salvaje fueron rechazados por el electorado.
En el futuro inmediato, se discuten tres escenarios: atalonarse en la defensa de la banda cambiaria vendiendo dólares que luego escasearán a la hora de pagar los próximos vencimientos de deuda, reponer el cepo cambiario o dejar libre el dólar apostando a que la devaluación no se traslade totalmente a precios.