“Un plan económico puede cerrar en la planilla Excel, pero si no cierra en la calle, no es viable". Al analizar el resultado de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el economista Carlos A. Seggiaro resaltó que el presidente Javier Milei olvidó anoche en su discurso mencionar la famosa frase de Bill Clinton que repitió reiteradas veces antes de llegar al Ejecutivo: ¡Es la economía, estúpido!
“Anoche el presidente de la Nación al reconocer la derrota, dijo: Esto va a llevar una profunda autocrítica; no hay opciones para repetir errores. Pero entre anoche y hoy por la mañana hemos visto que en el entorno cercano al presidente y el propio presidente, cuando hablan de la autocrítica, se están refiriendo a la táctica política, a la cuestión territorial, a las alianzas que se hicieron mal o bien, a los errores en términos de comunicación. No hay ninguna mención de autocrítica con respecto a la política económica, no solamente ninguna sino que anoche el presidente dijo no vamos a modificar el rumbo económico sino que lo vamos a redoblar y el propio ministro Luis Caputo subió el comentario: Ratificamos la política monetaria, la política cambiaria, la política fiscal”, reseñó Seggiaro.
El titular del estudio Seggiaro y Asociados, docente universitario, ex funcionario y consultor recurrente de las empresas que trabajan en el interior del interior explicó que cuando se habla de la viabilidad de una política económica hay que tener en cuenta dos dimensiones. “Un plan económico tiene que ser viable desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista operativo, porque si no es inconsistente. Y más de una vez hemos planteado que, más allá de los juicios de valor, hemos planteado que la única inconsistencia que le vemos a este plan económico es el atraso cambiario que inevitablemente va a tener que corregirse de aquí en adelante”, indicó.
La viabilidad de un plan económico también tiene que ser viable desde el punto de vista técnico-operativo, pero también tiene que ser viable desde el punto de vista político y social. “Un plan económico puede cerrar en la planilla Excel, pero si no cierra en la calle, no es viable. Y este es un punto central de lo que pasó el domingo”, resaltó y se preguntó: “¿El voto negativo no tendrá que ver con la pérdida de poder adquisitivo de millones de personas, no tendrá nada que ver con la caída de empresas, no tendrá nada que ver con la pérdida de competitividad y de rentabilidad de amplios segmentos empresarios en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires, no tendrá nada que ver con la economía?”
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Seggiaro rescató que en el entorno del presidente de la Nación sólo el Jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, reconoció que "hay una distancia entre lo que opina la gente y lo que el gobierno propone y los resultados económicos no le están llegando a la gente". Pero tomando tomando en cuenta este escenario, apuntó que “si el gobierno nacional persiste con la actual política económica, con estas alevosas tasas de interés” lo único que se visualiza es un escenario cuasi recesivo. ¿Cabe esperar que la situación en octubre desde el punto de vista económico sea mejor que el actual?
El plan económico
El analista advirtió que “si la situación es peor en octubre que ahora, es probable que el resultado electoral del gobierno en octubre sea aún peor que el que tuvo este fin de semana”.
“En ese punto llama mucho la atención que el presidente de la Nación no recuerde una frase famosa de la campaña electoral de Bill Clinton en 1992. En la campaña electoral la usó muchas veces para cuestionar al kirchnerismo y al propio macrismo con respecto a por qué la gente o qué prioriza la gente al momento de votar. Milei usó muchas veces esa frase famosa de Bill Clinton en la campaña electoral de 1992. Anoche no la mencionó y valdría la pena recordárselo: ¿Qué prioriza la gente al momento de una elección? ¡Es la economía, estúpido!”, resaltó Seggiaro.