El Indice de Precios al Consumidor (IPC) subió 3,2% en junio y mostró así una leve desaceleración de 0,1 punto porcentual respecto del mes anterior, fundamentalmente por una evolución moderada de productos estacionales y los valores de servicios regulados. De este modo, el primer semestre cerró con una inflación de 25,3% y acumuló en el año 50,2%, según los datos que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Aunque la inflación del mes pasado está levemente por debajo de los niveles de mayo (3,3%), es la más baja desde noviembre de 2020 y viene descendiendo paulatinamente desde marzo cuando llegó a 4,8%, los números muestran las serias dificultades que tiene el gobierno para perforar el piso de 3%, incluso en un contexto de tarifas congeladas y acuerdos de precios en sectores de alimentos, un rubro que en junio subió 3,2%.
El mes pasado, la mayor suba fue en el sector de comunicación con una suba del 7%, impulsada por el aumento en los servicios de telefonía móvil y, en menor medida, el servicio de conexión a internet; seguido por bebidas alcohólicas y tabaco (+5,5%), que fue la segunda división de mayor aumento mensual, donde el alza de cigarrillos tuvo la mayor incidencia.
Por otra parte, el sector de prendas de vestir y calzado subió 3,5% y transporte 3,3%, aunque este último rubro mostró una significativa desaceleración respecto del mayo debido a que no se autorizaron subas en combustibles.
En tanto, la suba en alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones. En el año acumuló un aumento de 26,4% y de 53,% en el acumulado anual. El incremento se explicó principalmente por los aumentos en carnes y derivados; leche, productos lácteos y huevos; pan y cereales; aceites, grasas y manteca; y café, té, yerba y cacao. Estas alzas estuvieron parcialmente compensadas por bajas en frutas y verduras, que están incluidas dentro de precios estacionales, una categoría que en conjunto subió apenas 0,5%, la menor del mes.
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En cambio, el alza de los cigarrillos y los servicios de telefonía e internet impactaron sobre los precios regulados que subieron 3,2%, a lo que se sumó el incremento de gas.
Por eso, el nivel que alcanzó el IPC Núcleo _que no contempla la categoría de estacionalidad o precios regulados_ y llegó al 3,6% es más preocupante ya que estuvo por encima del 3,5% del mes anterior, incluso en un contexto en el cual el gobierno buscó acuerdos con sectores sensibles como el lácteo o restringió la exportación de carnes para frenar el aumento de precios en el mercado interno.
Los precios que evolucionaron por debajo del índice general están vinculados principalmente con sectores que aún no operan a pleno por efecto de la pandemia. Es el caso de restaurantes y hoteles 3,1%; vivienda, agua, electricidad y otros combustibles 2,5%; recreación y cultura, 2,2%; bienes y servicios varios, 2%; y educación 1,1%.
Con estos números, la inflación de junio estuvo en sintonía con las previsiones del sector privado relevadas por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que estimaba una evolución de precios del 3,2%.
“La inflación mensual demuestra una tendencia decreciente y tal como se había previsto, marzo fue el mes de mayor inflación en el año (con el 4,8%) y a partir de entonces comenzó una reducción en la tasa mensual y se espera que continúe en esta línea”, destacó el Ministerio de Economía.
Esta tendencia hacia la baja “también se evidenció en la inflación mayorista, que pasó de un pico de 6,1% mensual en febrero a registrar un aumento de 3,2% mensual en mayo”, agregó la cartera de conduce Martín Guzmán.
Un fenómeno global
Además, desde Economía destacaron que el fenómeno global de aceleración inflacionaria. “Esta inflación desordenada es un fenómeno global, nuevo y propio de la pandemia, no solo en Argentina, sino que está haciendo que a otros países también se les complique cumplir con sus metas”.
“Estados Unidos tenía un target de inflación establecido del 2% y hoy es de 5,4%, un máximo desde agosto de 2008”, indicó Economía, algo similar ocurrió en Brasil, con un target de 3,8% y una inflación observada en junio de 8,35% o en México, con un target de 3,0% y una inflación real del 5,88%”, agregó.
Aún así, la aceleración que muestran los precios en otros países están lejos del registro que exhibe la Argentina, que supera los dos dígitos anuales.