Quien tomó un crédito en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) en abril de 2016 ya sufrió un incremento del 52% en el stock de dinero adeudado y un alza igual en la cuota mensual, advirtió ayer el Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
Quien tomó un crédito en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) en abril de 2016 ya sufrió un incremento del 52% en el stock de dinero adeudado y un alza igual en la cuota mensual, advirtió ayer el Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
A pesar de este panorama complejo por una inflación que no baja, la emisión de créditos denominados en UVAs sigue creciendo con fuerza y ya 42 de cada 100 préstamos del stock total de deuda de los ciudadanos es ajustado por inflación.
Desde su implementación en marzo de 2016, los créditos UVA incrementaron su participación en el total de préstamos hipotecarios hasta representar, a diciembre de 2017, el 42% del stock de créditos totales.
El Cepa tomó como ejemplo un crédito para la adquisición de un inmueble por un monto de 100.000 dólares (a una TNA de 3,5%), para mostrar que entre abril 2016 y abril 2018 hubo una fuerte alza en los montos a pagar para los deudores, debido a la inflación.
En el ejemplo, la deuda inicial era de $ 1.192.000 y el valor de la primera cuota a pagar era de $ 5.353 pesos. En dos años, la cuota se fue a $ 8.145 pesos, reflejando un incremento de casi 52%.
En este cálculo, la suma de pagos realizados asciende a 162.289 pesos (de los cuales 56.878 pesos corresponden a capital) y la deuda alcanza a 1.811.127 pesos. De modo que el stock de deuda es 52% más elevado que al inicio.
El valor del incremento del UVA desde el momento en que se tomó el crédito fue de 58%, sostiene el informe.
La tasa de variación del UVA, anualizada y acumulativa para el período, se ubica en torno al 25,61%, levemente superior a la mediana de la inflación histórica desde 1943 a la actualidad que se sitúa en 25%.
El centro de estudios señaló que en 2016 la cuota inicial de un crédito tradicional resultaba dos veces y media más alta que la del crédito UVA, haciendo a este último más accesible y, aparentemente, más atractivo. Pero sólo entre 2016 y 2018 esa diferencia se redujo a 73%.
Con niveles de inflación similares a los del bienio abril 2016 - abril 2018, en los siguientes 30 meses las dos cuotas (crédito UVA y tradicional) llegarían a equipararse, dice el Cepa.
Esto es porque la cuota del crédito UVA continuaría creciendo en su valor, mientras que la del crédito tradicional se mantendría estable. Es decir, el tradicional resulta más oneroso en los primeros 4,5 años, pero más económico en los siguientes 25,5 años.
En relación al saldo, y continuando con el ejemplo de un crédito de 100.000 dólares, se observa una diferencia muy significativa al notar que en el sistema de crédito UVA, luego de abonar 24 cuotas, la deuda se incrementa en más 620 mil pesos (52%). Contrariamente, bajo el sistema de crédito tradicional, el monto adeudado disminuye en unos 5.200 pesos.
"El escenario de alta inflación y escasa recomposición salarial alerta sobre la sostenibilidad del sistema de créditos indexados por inflación", señalaron desde el centro de estudios.