Tal cual era lo esperado, viviremos una aceleración de “inflación fiduciaria”, una política de expansión artificial de crédito qué, generando ciclos de abundancia ficticia que desagotan en crisis cuándo no hay un correlato de ahorro voluntario (o posible) por los privados. Claro, que el ahorro necesita de una moneda sana y excedentes que poder ahorrar. Pan hoy y ni un bizcocho mañana...
Los shocks monetarios son créditos artificiales, generan distorsiones en el esquema de las decisiones, consumos e inversiones que terminan lejos del proyecto original. O sea son burbujas de altísimos costos residuales.
El proyecto socialista de un Estado tomando decisiones centralizadas fracasó y también lo hace la estrategia de planificación financiera. Un banco central no tiene como función ni cuenta con información para coordinar las decisiones de los particulares.
Las distorsiones qué resultan del torpe, impagable e ineficiente Estado, entorpece y anula las decisiones que siempre se basan en cálculos de precios. L.V. Mises y F. V..Hayek lo llaman “teorema de la imposibilidad económica del socialismo”. Si así no fuera, no tendríamos más de 40% de pobres, una economía estropeada por décadas y lo peor, redoblando la apuesta sobre recetas que no dieron resultados en ningún lugar del planeta, en la historia. Todo tiene su origen...
En occidente el Banco Central tiene poder coactivo, monopólico para emitir dinero y declarar su curso forzoso. Un poder equiparable al que tenían los reyes.
Todo nació allá por el “depósito irregular de dinero”. Esta figura da origen a la teoría del dinero, al crédito bancario y los ciclos económicos. El huevo de la serpiente. Nació la actividad bancaria ofreciendo dos servicios: 1) depósito irregular de dinero (guarda del dinero o la cosa el Tatundem), 2) préstamos a tasa de interés.
Aquellos que recibían dineros (cómo negocio) se vieron pronto tentados a violar la obligación de custodia y los usaron en beneficios propio, faltando a su palabra y compromiso. La Trapezitica (trapeza o mesa) 2.000 AC nació para brindar un servicio de guarda de dineros y bienes de valor.
Primero fueron los bancos privados y luego los públicos estatales, que no podían quedar fuera del negocio y bajo el supuesto garantismo del Estado, desarrollaron ingentes negocios que terminaron en crisis y quiebras fraudulentas.
Banca romana...
Los primeros bancos datan de aquellos constituidos en antiguos templos de Apolo, Delfos, Artemisa y Hera (en Damos), generaban la confianza institucional necesaria para el desarrollo de la actividad.
Isocrates (393 AC) tuvo como misión defender al hijo de Sátiro (rey del Bósforo) contra las fechorías del sin escrúpulos Pasion, un banquero ateniense, famoso por apropiarse de los depósitos de sus clientes. Cuando Pasión fue intimado a devolver los depósitos, llorando decía que: “había sido forzado por cuestiones económicas a utilizar los dineros depositados y que lo devolvería cuándo pudiera” (Pasion es argentino!). Así nació el coeficiente de auto-encaje fraccionario. Una picardía muy onerosa.
El negocio bancario nacía en la confianza de sus depositantes y en la honestidad (o el renombre) de los banqueros, que con la obligación de resguardar el “100% del dinero entregado la vista” fueron amasando redes y vinculos que los posicionaron en la escala mas alta del poder.
Por supuesto, y por tentación, los banqueros no cumplieron con su obligación. Artísticolos, Timodemo, Sisinomo entre otros, gentes con grandes y aceitados vínculos con el poder, cómplices y socios del negocio por antonomasia.
En el mundo Helenístico, Egipto de Ptolomeo vio nacer el primer banco estatal en Alejandría y con encaje fraccionarios. Fue Apolonio su primer director. ¡Ni el Papá quedó afuera!
Calixto (el mas bello) I, el papa 16º de la Iglesia Católica (217-222) fue administrador de bienes de un alto funcionario, el emperador Cómodo (Carpóforo), último miembro de la dinastía Antonina.
A la muerte de Ceferino, Calixto fue elegido como sucesor a pesar de ser ambicioso y corrupto. La circunstancia de ser un esclavo liberado no era un impedimento para ser elegido papa hasta que León I el Magno, en el siglo V, así lo dispuso.
Calixto I, papa y santo (217-222 AC) aceptó tener dinero de sus cristianos. La historia cuenta que intentó fugarse con los depósitos generando así la fraudulenta quiebra del banco de Calixto.
Calixto se fumó los depósitos de los confiados cristianos y trató de huir por mar. Fue apresado y confinado a las minas de Cerdeña, liberado en el 217 y finalmente,.martirizado.
La desintegración social y económica que vivió el imperio Romano resultó del licuado que provoco: políticas inflacionarias (pérdida del valor de la moneda); fijación de precios máximos (generaron escasez y mercados negros); proliferación del crédito artificial (sin ahorro privado). Un ejemplo más de la historia enseña que mayores dosis de coacción estatal (impuestos, cepos, créditos subsidiados, precios intervenidos), lejos de producir resultados eficientes, agudizan las crisis.
Argentina de la contumacia.