Reflexión acuarentenada
Matando el tiempo de reclusión al que la cuarentena nos conduce, miraba en los medios las fotos que muestran la casa que se construyó el ex presidente Arturo Frondizi en las arenas de Ostende, un ranchito como podría ser el que posee con orgullo Pepe Mujica, en Uruguay, o la casa de otro ex presidente de nuestro querido país Arturo Illía (hoy hecho museo), como podría ser más acá en el tiempo el departamento del doctor Raúl Alfonsín.
30 de junio 2020 · 00:00hs
Matando el tiempo de reclusión al que la cuarentena nos conduce, miraba en los medios las fotos que muestran la casa que se construyó el ex presidente Arturo Frondizi en las arenas de Ostende, un ranchito como podría ser el que posee con orgullo Pepe Mujica, en Uruguay, o la casa de otro ex presidente de nuestro querido país Arturo Illía (hoy hecho museo), como podría ser más acá en el tiempo el departamento del doctor Raúl Alfonsín. Sólo cabe una reflexión, gente honrada, gente que pensó en el país, no en sus bolsillos (o bolsos). Funcionarios a los que se les podrían dedicar horas y horas en debatir (y concluir) si se está o no de acuerdo con sus políticas pero jamás poner en duda que fueron personas de bien, que lucharon por lo que aspiraban lograr un país más justo y soberano, y lo más importante: "con honestidad, intelectual y de la otra". No son comparables sus vidas austeras con la opulencia en la que vive hoy cualquier funcionario de este o de cualquier otro gobierno (la corrupción no distingue ideologías). Propondría al Congreso que sancione una ley para censar los dominios de todos aquellos que actuaron en la función pública en los últimos 20 años para exponerlos "en fotos" y empapelar con ellas las paredes de los juzgados de los Tribunales Federales de Justicia. Para que toda la gente, a la que siempre se la engañó, pueda sacar sus conclusiones. Si la Justicia hubiera actuado en tiempo y forma habría hoy muchísimos menos políticos en libertad, con el rótulo de "inocentes hasta que se demuestre lo contrario", gozando de bienes mal habidos y fortunas en paraísos fiscales. Y el Papa se hubiera cuidado bien antes de hablar de "lowfare". Por ello la Argentina hoy está como está, no por otra cosa.
Una perorata interminable
Desde el perfil de mis reflexiones, nada se ha ensañado lastimando a la Argentina, a no ser la notable división que existe entre sus propios habitantes. Lo que nos pasa es el compendio de una democracia fallida, donde muchos se dan cuenta que no manda el primer magistrado elegido del Poder Ejecutivo, sino quien le sigue en la nómina de poder real de acuerdo a nuestras leyes. Ahora bien, con respecto a todo lo que acontece en materia política, económica, cultural, social y ahora sumado a lo inherente a esta pandemia, que aquí por lo que se nota continuará siendo interminable, el fragor del caos y la crisis ha vuelto a situar como otras veces a nuestro país en el pedestal de una selva donde aflora el "sálvese quien pueda". Lo que baja a cada rato desde Presidencia de la Nación no es más que otro eslógan de los tantos que hemos escuchado en otras oportunidades. Perorata que cada vez menos creen.
Felipe Demauro
Intolerancia y autoritarismo
Esta sección es una contribución a la libertad de expresión que es un capítulo esencial de la vida republicana en democracia. ¿Pero debemos darle tribuna a la intolerancia y al autoritarismo? Parece que sí. Como un tributo más a la libertad de expresión sí, pero no por eso hay que dejar pasar sin repudiar las manifestaciones elitistas y antidemocraticas de cartas como la del señor Hernán Kruse, publicada ayer, que se refiere a una manifestación de vecinos como un "patético manoseo de la bandera nacional por gente con las manos sucias", que opinaban distinto a él. La diferencia entre demócratas y autoritarios. ¿Propondrá el voto calificado? ¿Nos dejaría votar a todos o sólo a los que piensan como él ?
Miguel F. Carrara