El pasado sábado 23 pasé frente a uno de los tantos homenajes que fueron pintados al Negro Fontanarrosa. Fue algo hermoso ver todas las paredes de una de las esquinas de la ciudad pintadas con frases, dibujos y demás cosas del Negro. Aunque, la desilusión más grande fue ver cómo a muchos no les importó arruinar un homenaje que fue pintado para alguien que nos representó a los rosarinos en el mundo (y cuando digo rosarinos me refiero a todos, tantos de Newell's, de Central como de otros equipos). Me pregunto: ¿por qué no valoramos el esfuerzo de los demás? ¿Qué culpa tiene el pintor-autor de ese hermoso y fantástico mural? ¿Por qué no sabemos diferenciar entre el orgullo y la envidia-odio? Y ojo, no quiero que se mal interprete, pero yo, como hincha de Central, "acepté" que la gente de Newell's hiciera ese homenaje en el cual estaban Inodoro Pereyra y Mendieta con un fondo rojo y negro (salió publicado en La Capital). Lo único que me falta decir es perdón. Sí, perdón en nombre de muchos que piensan como yo. Perdón Negro. Espero que aprendamos y valoremos más lo que tenemos.
Agostina Bono, [email protected]