Motivados por términos y frases sugerentes, contenidos en vuestra propuesta de trabajo para las
jornadas institucionales pautadas para los días 20 y 21 de este mes, tales como "compañeros de
viaje, territorio de encuentro, trazado de un mapa, hojas de ruta, tránsito entre el pasado y el
futuro" y de otros, no menos atrayentes, como "experiencia colectiva del viaje, itinerarios,
docentes expedicionarios…", contenidos estos últimos en el Programa de Renovación Pedagógica
elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación, en el que intuimos se enmarca el vuestro, es
que nos permitimos dejar volar nuestra imaginación. Del ejercicio surgieron otros términos, también
sugestivos, tales como "brújula, tan útil para orientarse; bitácora, importantísima para registrar
el rumbo; pasaje, boleto imprescindible para el viaje…". Muchos de los que hoy integramos
este contingente llevamos hechos otros recorridos y atesoramos en nuestras mochilas postales de un
territorio en el que los edificios aparecen sin vidrios, sin calefacción y sin agua, con paredes
descascaradas que sirven de refugio a chicos y chicas que han perdido su estatus de ciudadanos o
que, quizás, nunca lo tuvieron: están descalzos, desnutridos, sin otro horizonte que el de la
subsistencia diaria y a los que les está vedado un boleto en la tercera clase de este colectivo
imaginario. Antes de comenzar el recorrido, por precaución, hacemos un repaso exhaustivo de nuestro
derrotero: no sólo revisamos los datos que nos permitirán llegar al destino fijado —tarea
que, de tanto ejercitar, hacemos aceitadamente, sin dificultades, obedientes, año tras año—,
sino que también controlamos que no haya riesgo de confusión con la localización exacta del punto
de partida, para que nadie se quede sin viajar. Algunos opinan que tanta meticulosidad es
innecesaria, porque todos los que integramos este colectivo provenimos de un mismo lugar, habitamos
el mismo espacio y somos conocedores de su historia. Cómo desconocerla, si sus muros son el
exponente del ideario sarmientino y además es inconfundible: sus características la hacen única en
su tipo. Leyes, compromisos y descompromisos hicieron que navegara durante muchos años en un mar de
incertidumbre, de zozobra. Hasta se encargaron de hacer desaparecer el cuaderno de bitácora
completo y en su lugar han dejado unas instrucciones imprecisas, contradictorias, que facilitan la
confusión y el desgobierno. Y sin olvidarnos de los intentos de desmembramiento que ha soportado.
Hoy, el edificio exhibe las inexorables huellas del tiempo y también la desidia de quienes debieron
ser guardianes de la gloria que atesora. Otros apuran la partida y nos estimulan con comentarios
alentadores: dicen de nuevas leyes que garantizan nuestro derecho a percibir un salario digno,
hablan de que nuestra profesión será jerarquizada, que accederemos a perfeccionamiento y
actualización integral, gratuito y en servicio a lo largo de toda nuestra carrera, que
desarrollaremos nuestra tarea en condiciones dignas de seguridad e higiene… Ya prestos para
la partida, algún escéptico alcanza el recorte del diario de hoy y todos, curiosos, leemos una y
otra vez el párrafo… “La Casa Rosada aclaró que el porcentaje no puede generalizarse a
todas las paritarias ni servir como convenio-testigo porque los docentes parten de una base
salarial muy baja". Y no faltó quien, trascartón, nos recuerda que las negociaciones por aumento de
salarios en nuestra provincia están sujetas al acuerdo que se logre a nivel nacional. Uno tras
otro, comenzamos a romper nuestros boletos: algunos argumentan que no podrán pagar las cuotas, que
el salario apenas les alcanza para sobrevivir; los demás, que descreen de la seguridad y de las
garantías que ofrece esta empresa de turismo. Y alguien, entre dientes, canturrea los versos de
Machado: “…Caminante son tus huellas / el camino y nada más / caminante, no hay camino
/ se hace camino al andar. / Al andar se hace camino / y al volver la vista atrás / se ve la senda
que nunca / se ha de volver a pisar…”
Elisa de Barbero, DNI 2.964.264
(y siguen las firmas de docentes del nivel primario de la Escuela Normal Superior en Lenguas
Vivas Nº 1 "Dr. Nicolás Avellaneda” (Prov. Nº 34)