Cannes. Si algo ha caracterizado al Festival de Cannes a lo largo de los años es su constante contradicción entre aferrarse a las viejas reglas y su disposición a cambiar. Ya casi nadie recuerda que en la edición del 2001, los críticos franceses estaban horrorizados por la decisión de incluir a "Shrek" en la selección oficial, iniciando así una nueva tradición que ya ha vuelto una costumbre sumar a la competencia a películas animadas de gran calidad.
Los mismos que entonces se rasgaron las vestiduras son los que este año han armado un verdadero levantamiento contra la llegada de Netflix con dos películas en busca de la Palma de Oro. Desde que comenzó el festival, el tema ha sido materia de debate, que incluso alcanzó al jurado, llegando a trascender una acalorada conversación entre Will Smith, que ha concluido el film de ciencia-ficción "Bright" para Netflix a un costo de 90 millones de dólares, y Pedro Almodóvar.
Lo cierto es que si algo definió al viernes en el balneario francés fue la presentación de "Okja", una ambiciosa producción que ha sido dirigida por el coreano Bong Joon Ho y que estará disponible en todo el mundo en Netflix el 28 de junio. La compañía no midió gastos a la hora de organizar una premiere con la pompa y el glamour que se requiere, así como una fiesta plena de estrellas en el edificio que alquiló sobre el bulevar La Croisette con toda su plana mayor, encabezada por su fundador, Ted Sarandos.
Sin embargo, el día comenzó con el pie izquierdo cuando un desperfecto técnico generó una protesta generalizada entre los miles de críticos que vieron la película en la función matinal de prensa. "Wonderstruck", el film de Todd Haynes que se proyectó el jueves, tenía un formato diferente y eso hizo que los primeros minutos de "Okja" se vieran fuera de cuadro.
Como cuando apareció el logo de Neflix fueron muchos los que silbaron, el proyeccionista entendió que las quejas eran contra la compañía de internet y no detuvo el film hasta que la revuelta fue masiva. El incidente generó una disculpa de las autoridades del festival, pero no impidió que la noticia diera la vuelta al mundo culpando a la empresa fundada por Ted Sarandos, como si la copia no hubiera estado a la altura de los requerimientos del festival más importante del mundo.
Cuando concluyó la proyección, el debate continuó pero por otros motivos. Muchos de quienes la vieron la elogiaron entusiastamente, como el crítico de The Guardian Peter Bradshaw, que le dió inequívocas 5 estrellas, mientras que Stephen Dalton de The Hollywood Reporter y Peter Debruge de Variety fueron menos elogiosos. Con ellos se alinea quien esto escribe, que nunca logró entender si se trataba de un film para niños o uno para adultos, y no pudo menos que observar el tono irregular de una historia a la que le sobra por lo menos media hora.
"Okja" comienza con Tilda Swinton como uno de los dos personajes que interpreta en la película, explicando por qué el mundo necesita de un súper cerdo para resolver su crisis alimentaria. Eso es lo que su corporación Mirando planea resolver con una cría de tamaño extraordinario que tras ser descubierta en una granja de Chile, ha sido replicada en los laboratorios.
La historia sigue 10 años después en Corea del Sur, en donde una niña llamada Mija ha crecido junto a la gigantesca chancha que le da el título a la película y a la que considera su mejor amiga. Cuando Okja es elegida para ser enviada primero a Seúl y luego a Nueva York, Mija se lanzará detrás para recuperarla y evitar que la maten, en el primero de muchos giros argumentales que pueden terminar cansando, y en donde no faltan lugares comunes de películas dirigidas al público menudo que produce regularmente Hollywood.