El gobernador de la provincia, MIguel Lifschitz, urgió este mediodía al gobierno nacional, a las autoridades de la empresa Sancor y al gremio Atilra -que nucléa a los trabajadores de la industria de la leche- a encontrar "una solución acordada en el cortísimo plazo" a la crisis de la empresa láctea porque "la situación de Sancor no da para más".
En una reunión realizada en la sede local de la Gobernación a la que asistieron también varios ministros del gabinete provincial, el titular de la Cámara de Diputados de la Provincia, Antonio Bonfatti, e intendentes y presidentes de comuna de localidades afectadas por la crisis de una de las empresas lácteas más importantes del país, Lifschitz planteó que "la empresa Sancor viene con dificultades desde hace bastante tiempo y éstas se agudizaron a principios de este año".
"Y ha habido durante los últimos dos o tres meses intensas negociaciones con el gobierno nacional, con las autoridades de la empresa y con el gremio Atilra para lograr una salida que permita el objetivo que compartimos todos: sostener a una empresa cooperativa con una larga historia y tradición en Santa Fe como es Sancor, y segundo, sostener y mantener los puestos de trabajo. Todos aceptamos que haya una reestructuración de la empresa, pero siempre dentro de ese marco", abundó.
"Veníamos con cierta tranquilidad hasta la semana que viene porque veíamos un avance positivo en las negociaciones y porque vislumbrábamos un acuerdo definitivo entre todas las partes para lograr un salvataje financiero por parte del gobierno nacional".
El titular de la Casa Gris se refirió luego a los cambios suscitados en las negociaciones y comentó que "veníamos con cierta tranquilidad hasta la semana que viene porque veíamos un avance positivo en las negociaciones y porque vislumbrábamos un acuerdo definitivo entre todas las partes para lograr un salvataje financiero por parte del gobierno nacional, el gremio aceptaba determinadas restricciones de tipo salarial como una contribución y la empresa se comprometía a realizar una serie de reestructuraciones".
"Los gobiernos de Santa Fe y Córdoba, las dos provincias más afectadas por la crisis, también manifestamos nuestra predisposición para mediar e intervenir en una solución a la medida de nuestras posibilidades y competencias", amplió el titular del Poder Ejecutivo provincial.
"Lamentablemente, cuando parecía que todo estaba cerrado y eso nos brindaba tranquilidad, en los últimos días las negociaciones se enfriaron, se cortaron, y parece que de nuevo la solución se empieza a alejar. Esto nos generó gran preocupación en los últimos días. Particularmente hice intensas gestiones con el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y con el de Interior, Rogelio Frigerio y también tuvimos contactos con el gremio y hubo otras gestiones, con mucho esfuerzo", dijo Lifschitz.
El gobernador redondeó que "nuestro mensaje de síntesis es un pedido, en primer lugar, al gobierno nacional, a las autoridades de la empresa y al gremio, aunque el que tiene la llave de la solución es el gobierno nacional, de que podamos encontrar una solución acordada en el cortísimo plazo porque Sancor no da para más, no puede aguantar así dos, tres o cuatro días más y por lo tanto se necesita que en este fin de semana haya por lo menos una señal, una acción que marque una solución definitiva para el problema".