Trasladar en nueve camiones la estructura para montar "Disney on Ice" en el estadio cubierto de Newell’s no es fácil se suman las ocho toneladas del castillo que corona la escenografía, los 176 trajes acompañados de dos lavarropas y tres secarropas, las seis computadoras que coordinan el show, las más de 800 luces, las 52 cajas de sonido y la consola de 16 canales, los 15 técnicos y los 48 patinadores. Ufff!!! Sin contar los elementos para construir una pista de hielo de 43 x 21 metros. La gigantesca movida fue precedida por un minucioso estudio realizado por la Disney para incorporar a Rosario en la gira de "Princesas". Según María José Iribarne, directora regional de Disney para Latinoamérica, era "un sueño" de la producción visitar más ciudades argentinas, a excepción de Buenos Aires y Córdoba donde hace más de una década recala el show. Y en Rosario se encontró "un lugar que pueda albergar semejante estructura" y "una ciudad con una población importante". Chequeadas las condiciones técnicas y financieras, el espectáculo necesitó de diez horas para ser armado. Y el martes fue el gran estreno. Sorteando —como debieron hacer todos los que apostaron a las vacaciones de los chicos— el parate económico por el conflicto entre el Gobierno y el campo, el miedo de los paseantes a los cortes en las rutas y el malhumor generalizado por la extensa situación y los fantasmas del pasado, una selección de patinadores de EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Ucrania, Finlandia, Belarus y Suecia recordó cuentos como los de Cenicienta, Blancanieves, La Sirenita y La Bella Durmiente. Aunque tanta ingeniería de negocios, despliegue técnico y maestría artística no contaron, con un cambio (climático): los 31.6 grados de temperatura que impactaron derecho sobre la pista de hielo. Refrigerar el estadio fue la solución y un alivio para el público aquejado por tanto calor invernal.































