Urgidos de recuperar capacidad económica, consumidores con alto endeudamiento y sueldos embargados echaron mano a una estrategia que algunos definen como "abusiva" pero que está dentro de los marcos legales. Se trata de la posibilidad de solicitar la propia quiebra ante la Justicia provincial, un procedimiento que en el primer semestre de 2022 registró un 50% más de trámites que el año pasado.
Según las estadísticas que registra la Mesa de Entradas del edificio de Tribunales, entre enero y junio de este año se habilitaron 73 procesos de quiebra, 52% más que el mismo período de 2021. Especialistas consultados por La Capital indicaron que en la gran mayoría de los casos, estas gestiones se inician por personas físicas antes que jurídicas (empresas).
"Por lo general se trata de procesos de sobre endeudamiento de los consumidores, por deudas con la tarjeta de crédito asociado a la compra de bienes de consumo. Se presentan en quiebra para liquidar esa deuda mediante un embargo de corto plazo y luego desentenderse del resto", indicó Federico Tjor, del estudio Golber & Asociados y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
En el mismo sentido se expresó Roberto Baravalle, titular del estudio Baravalle & Granados, quien planteó que "en el 95% de los casos son quiebras de personas individuales, muchas de ellas sin ninguna actividad, que recurren a este proceso para liberarse de los embargos de sueldos".
En términos generales, la quiebra es un proceso tendiente a la liquidación de los bienes de una persona para lograr el pago de sus deudas. El caso es que muchas veces los individuos que se presentan en los Tribunales no poseen activos propios, por lo que no hay nada por liquidar. Lo único que poseen es un recibo de sueldo, embargado en un gran porcentaje por créditos tomados con anterioridad.
A través de la quiebra, las personas logran birlar al sistema, pues la quiebra las termina beneficiando, porque en la práctica, si un recibo de sueldo está embargado en un 50%, pasa a estarlo por un 20% máximo. Y solo sucede por el período de un año, ya que pasado ese período solo se puede embargar un porcentaje mínimo, para pagar las costas del trámite. Así lo relatan fuentes tribunalicias, que aseguran que este trámite termina siendo usado "como una herramienta para levantar los descuentos, y que los acreedores queden sin cobrar".
El crecimiento de este tipo de trámites en el último año genera algún grado de preocupación en la Justicia. Amén de ello, vale indicar que la comparación contra el 2021 puede resultar engañosa, puesto que por un lado la pandemia todavía generaba una actividad limitada en los Tribunales.
En un 2022 donde las oficinas ya funcionaron normalmente, y con un proceso de crisis económica sostenida, regresaron este tipo de prácticas que algunos definen como abusiva. "Hay que decir que muchas solicitudes son rechazadas por algunos juzgados. Se trata de un asunto muy discutido y que tiene pendiente desde hace años una legislación específica", indicó Tjor.
El alto endeudamiento de las familias no es un asunto exclusivamente local. Son constantes los informes de consultoras y centros de estudio sobre el crecimiento del uso de la tarjeta de crédito para financiar consumos, producto de la reducción del poder de fuego del salario, carcomido por la inflación. A finales del año pasado, el Banco Central de la República Argentina informó que el 50% de la población adulta tenía créditos con el sistema financiero ampliado, marcando un leve incremento respecto al 2020, cuando ese porcentaje se ubicaba en el 48%.
Caen concursos
El otro dato aportado por la Mesa de Entradas de Tribunales refiere al bajísimo número de procesos preventivos abiertos durante el primer semestre: ocho. Es poco menos de la mitad de lo registrado en igual período del año pasado y, a la vez, una cifra muy menor en comparación con períodos pre pandemia.
"La disminución de los concursos obedece a dos aspectos: por un lado la gran cantidad de planes que ofreció el fisco para que los deudores se pongan al día con sus deudas y, por otro lado, la baja cantidad de créditos para empresas que hubo en el último tiempo en el sistema bancario", comentó Baravalle.
En efecto, a diferencia de otros años en los que pedidos de convocatoria de acreedores generaron varios títulos en los medios, en este 2022 no se registraron presentaciones de firmas de relevancia.